Según indican las estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas, unos 2,3 millones de venezolanos han emigrado de Venezuela.
El portavoz de la organización Stéphane Dujarric, informó en una rueda de prensa que el mayor número de migrantes han abandonado Venezuela se han dirigido a Colombia, Ecuador, Perú y Brasil.
En estos países, diferentes organismos de la ONU, como la Agencia de las Naciones Unidas para las Migraciones (OIM), la ACNUR, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa).
Estas instancias han estado atentas a los movimientos migratorios en américa del sur, y han destinado fondos para ayuda humanitaria y apoyo de diferentes naturalezas a los países, que ya sienten el peso de este flujo de personas en sus territorios.
Recientemente Brasil cerró una de sus fronteras en el estado de Roraima, debido a que el ingreso de personas sobrepasaba la capacidad de distribuir a los migrantes en otras ciudades a través del proceso de Interiorización.
Ciudades como Sao Paulo, Brasilia, Cuiabá y Río de Janeiro han abierto vacantes en sus refugios para recibir, atender y ayudar a los inmigrantes venezolanos.
Por su parte, Colombia y Ecuador también manejan un alto flujo de migrantes, gran cantidad utiliza estos países como corredor, en busca de destinos más australes, como Chile y Argentina. Sin embargo muchos se quedan en sus territorios, buscando oportunidades o por el triste hecho de quedarse sin recursos para poder continuar.
Ecuador, recientemente se declaró en emergencia, para de esta manera optar por recursos que la ACNUR tiene dispuestos para este tipo de casos.
La diáspora venezolana, sigue aumentando y esto es materia para la intervención de estos organismos internacionales, los cuales actualmente tienen las manos llenas, ya que no sólo américa está presentando una alta movilización, también europa resiente las consecuencias de la crisis en el territorio árabe y el africano.