La Organización de las Naciones Unidas informó que el número de individuos desnutridos en Venezuela aumentó de 600.000 entre el año 2014 y 2017 hasta 3,7 millones, que se encuentran incluidos entre los 39,3 millones que padecían el problema el año pasado en Latinoamérica y el Caribe.
En Latinoamérica se han registrado aumentos simultáneos del hambre y la obesidad, según indican los datos emanados de la ONU, la región, fue referente mundial en la década de los 90, por la rapidez con la que redujo el hambre, retrocedió por la desaceleración económica y la crisis en Venezuela.
Así como el hambre creció por tres años consecutivos, en línea con la tendencia global, en el extremo opuesto el sobrepeso incrementó a nivel regional y ya lo sufren seis de cada diez latinoamericanos (250 millones).

Ricardo Rapallo, experto de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, indicó que las razones del “desbarajuste” hay que buscarlas en la transformación de los sistemas alimentarios de las economías en transición.
Los estilos de vida actuales han propiciado un consumo más habitual de productos baratos y ricos en azúcar, sales y grasas, frente a otros frescos, de más calidad y también más caros.
La FAO detalló que es frecuente encontrar en territorios afectados por la triple carga de la malnutrición, que combina desnutrición, sobrepeso y carencias nutricionales, sobre todo en ciertos grupos como comunidades rurales, indígenas, afrodescendientes, mujeres y niños,
La organización estima que al menos 46% de la población de América Latina y el Caribe, 294 millones de personas, sufre una o más formas de malnutrición.
«Tratamos de ayudar a los países a crear las condiciones para que el sistema alimentario entregue alimentos saludables más accesibles en términos de precios y disponibilidad física», apuntó Rapallo.