Antonio Pérez Esclarín: Ser padres en tiempos de crisis

El prolífico autor y educador nos muestra el camino para guiar a nuestros niños en estos atribulados tiempos.

Ser padres en tiempos de crisis, es un pensamiento para el que a veces no tenemos tiempo, justamente por las tribulaciones que ésta nos impone.

Quienes llevan sobre sí la tarea de guiar, educar, proteger, formar, pero sobre todo amar a los niños, deben tener conciencia de que es justamente esta etapa en la que todo el ser adulto está en juego.

La descomposición social es reflejo de las carencias educativas, más allá de los académico, está lo moral, lo que se aprende en casa. He allí el reto.

La maternidad y paternidad debe ser una labor escogida, a sabiendas de que nunca acaba y de que es quizá el reto más importante que un ser humano se plantee en la vida.

Materia aparte es la educación formal, quienes elijan el camino de la docencia como forma de vida estarán dedicándose a una profesión que no ha sido valorada correctamente. Es la más vital de todas, no habría Médicos, Papa, Presidentes, Artistas, Militares ni Reyes sin ellos.

Aquellos que dirigen a la humanidad hoy, ayer fueron niños, fueron tablas razas en las que se comenzó a escribir el presente que hoy tenemos y el futuro que viviremos.

Antonio Pérez Esclarín, nos insta a educar con amor.

Un articulista prolífico sobre estos temas es Antonio Pérez Esclarín, cuya larga trayectoria con las escuelas Fe y Alegría, así como su formación académica de larga data nos brinda una visión de lo que significa Ser padres en tiempos de crisis, que queremos compartir para dar una luz sobre el deber ser y la importante misión que conlleva la importante tarea.

A continuación su escrito:

Sembrar esperanza y educar con el ejemplo, es el mejor modelo educativo que podemos seguir para formar grandes hombres y mujeres.

Ser padres en tiempos de crisis

No es nada fácil asumir positivamente el papel  de padres cuando uno siente que el país se hunde bajo nuestros pies y la incertidumbre, la angustia y el miedo se van adueñando de nuestras vidas. Sin embargo, es en estos momentos tan difíciles cuando debemos  reforzar nuestro papel de primeros y principales educadores de nuestros hijos. Por ello, me atrevo a proponerles este sencillo decálogo con la esperanza de que pueda ayudarnos.

1.- No hables nunca mal de Venezuela. Diles a tus hijos que es un país maravilloso, que está pasando por graves dificultades, pero que pronto saldremos de ellas y vendrán tiempos mejores. Siempre después de las tormentas, por graves y fuertes que sean, vuelve a salir el sol y todo brilla con un nuevo resplandor.

2.- Diles que deben estudiar y esforzarse mucho, superar sus caprichos y aprender a vencerse y vivir con austeridad, pues el país va a requerir de una juventud generosa y esforzada.

3.-Trasmite a tus hijos la certeza de que jamás está todo perdido, que siempre hay alternativas y salidas y que se logra el éxito en la medida en que sabemos aprovechar los fracasos y no perdemos un instante en quejas y lamentaciones.

4.- Elogia y alienta todas las buenas acciones de cada día y enseña a los hijos a felicitarse y sentirse dichosos tras cada esfuerzo y conducta positiva. El niño que comparte hoy sus cosas y  su comida con otros niños o que se atreve a defender a un compañero maltratado, es el hombre del mañana que se dedicará a hacer el bien a los demás.

5.- Abraza mucho a tus hijos y diles que los quieres. Dedica todo el tiempo que puedas a  jugar con ellos. El juego estrecha los lazos afectivos, permite olvidar los problemas y dificultades y, si es un juego o deporte al aire libre,   robustece la voluntad y el carácter.

6.-Enseña a tus hijos el dominio de sí mismos con tu ejemplo. Cada vez que vengan a ti llenos de ira, con conductas violentas o caprichosas, niégate a  entablar alguna discusión y diles: “Sólo cuando estés calmado y tranquilo, podremos hablar y entendernos. No  hablaré contigo si no estás sereno y dispuesto a respetarme como yo te respeto”. A los niños pequeños invítales a retirarse a su habitación mientras se calman  sus nervios y se tranquilizan.

7.- Comenta con tus hijos la belleza de las buenas acciones, habla con ellos de los valores y de la necesidad de cultivar la bondad, la belleza, la verdad, el respeto,  la amabilidad, la generosidad, y de cómo hacer el bien y realizar las cosas que cuestan produce una gran alegría.

8.- La paz consigo mismo no tiene precio. Todos nosotros, por ser personas, somos más importantes que todas las cosas por valiosas que sean. Que los  hijos aprendan que las personas siempre son más importantes que las cosas. Diles que las cosas fueron hechas para ser usadas y las  personas para ser amadas. Pero que la mayoría de los problemas surgen porque usamos a las personas y amamos a las cosas.

9.- Jamás mientas a tus hijos. Sé veraz y auténtico y alábales siempre por ser sinceros, por decir la verdad, aunque las circunstancias no les sean favorables. No insultes ni permitas que insulten a nadie.

10.- Cultiva su espiritualidad y enséñales a orar y hablar con Dios como con un amigo o un Padre amoroso.

A través de
Venezuelacomenta.com
Fuente
antonioperezesclarin.com

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