El gobierno de Argentina inesperadamente solicitó la pronta liberación de un préstamo de 50 mil millones de dólares del FMI en medio de una creciente crisis económica.
El presidente Mauricio Macri dijo que la medida fue diseñada para restablecer la confianza en la economía argentina.
El peso argentino ha perdido más del 40% de su valor frente al dólar estadounidense este año y la inflación es desenfrenada.
El miércoles, el FMI confirmó que estaba buscando fortalecer el acuerdo y cambiar su fase.
«Destaqué mi apoyo a los esfuerzos de política de Argentina y nuestra disposición a ayudar al gobierno a desarrollar sus planes de política revisados», dijo en un comunicado Christine Lagarde, directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los inversionistas están preocupados de que Argentina no pueda pagar sus fuertes préstamos gubernamentales y pueda incumplir.
Los corresponsales dicen que la decisión de acelerar el rescate del FMI huele a una creciente desesperación.
Cuando los términos del préstamo se acordaron en mayo, el presidente Macri dijo que esperaba que la economía se recuperara y no planeaba usar el dinero.
El préstamo no fue del agrado de todos los argentinos
La decisión de Macri de pedir ayuda al FMI en mayo fue criticada por muchos dentro de su país.
El FMI es muy detestado en Argentina y es culpado por el colapso económico del país en el 2001 después de que se retiró y negó el apoyo financiero.
La oposición del país culpa a la política de centroderecha del Sr. Macri, incluido el fin de los controles de capital y los recortes a los programas sociales, de la crisis económica.