Durante una operación sin precedentes en Río de Janeiro, la policía local decomisó 93 fusiles en manos del Comando Vermelho, la mayor organización criminal urbana de Brasil. Entre ellos, al menos dos fusiles FAL pertenecían a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela, según confirmó el delegado Vinícius Domingos, jefe de la División de Fiscalización de Armas y Explosivos de la Policía Civil.
El arsenal incautado también incluía armamento con registros oficiales de Brasil, Argentina y Perú, además de modelos G3 alemanes, FAL belgas, AK-47 rusos y AR estadounidenses. Más del 90 % de los fusiles tipo AR eran copias ilegales de alto poder, fabricadas sin estándares industriales, lo que dificulta su rastreo y aumenta el riesgo en zonas urbanas.
Rutas ilegales y tráfico regional.
Las autoridades brasileñas descartan que estas armas provengan de coleccionistas locales. Apuntan a rutas clandestinas que atraviesan la Amazonía, especialmente desde Paraguay, como principal vía de ingreso. El hallazgo refuerza las sospechas sobre un circuito internacional de tráfico de armas que abastece a grupos criminales en la región.
Todos los fusiles serán sometidos a peritajes técnicos y registrados en la base nacional de datos. El objetivo es trazar su recorrido, identificar redes de contrabando y fortalecer la cooperación con fuerzas de seguridad de países vecinos.
Un despliegue sin precedentes.
El operativo en los complejos de Penha y Alemão movilizó a 2.500 agentes y decenas de vehículos blindados. Según la Defensoría Pública, al menos 132 personas murieron, se emitieron 100 órdenes de captura y se realizaron 81 detenciones. También se incautaron 500 kilos de drogas y 14 explosivos.
El avance de las fuerzas de seguridad obligó al cierre de escuelas y la suspensión de servicios públicos en varios sectores del norte de Río. Las autoridades lo calificaron como el operativo más letal en la historia reciente de la ciudad.
Una amenaza que trasciende fronteras.
El Comando Vermelho, surgido en los años 70 dentro de una prisión de máxima seguridad, ha consolidado su poder a través del narcotráfico, el tráfico de armas y el control territorial en zonas vulnerables. El hallazgo de armamento militar extranjero en su poder revela la dimensión transnacional del problema.
Este operativo no solo debilitó parte de su capacidad de fuego, sino que también expuso la urgencia de una respuesta regional coordinada frente al tráfico ilegal de armas que alimenta la violencia en América del Sur.