Tras una controvertida campaña electoral y en medio de una profunda crisis política, Bolsonaro asume la presidencia del Brasil, para dar un cambio de 180º a la ideología gobernante.
El día de ayer Jair Bolsonaro fue investido como el 38º presidente del Brasil.
Sus primeras palabras fueron de agradecimiento por haber sobrevivido el atentado contra su vida.
Bolsonaro prometió gobernar sin discriminar a nadie y defendió el porte de armas, también habló ante miles de seguidores, en una Brasilia blindada, a los que prometió librar a su país del socialismo.
«Vamos honrar quienes sacrifican sus vidas en nombre de la seguridad», dijo. Claramente se refiere a su punto de vista con respecto al porte de armas.
En ese sentido instó a que se brinde el «respaldo jurídico de los policías», con una legislación que los exima de culpa cuando eliminan a sospechosos en un enfrentamiento armado.
«Prometo mantener y defender la Constitución» dijo el recién investido gobernante y tras él lo hizo el general Hamilton Mourao quien es el nuevo vicepresidente.
Luego de tomar posesión, Bolsonaro se dirigió al Palacio del Planalto donde recibió la banda presidencial de su antecesor Michel Temer.
«Es con humildad que me dirijo a todos como presidente, me coloco ante la nación en este día que es el día en que la nación comenzó a liberarse del socialismo», proclamó Bolsonaro.
Adicionalmente agregó que este 1 de enero de 2019, al iniciar su mandato de cuatro años, fue el día en que Brasil «comenzó a liberarse de la inversión de valores, del gigantismo estatal y de lo políticamente correcto».