La Franja de Gaza se ha convertido en un «cementerio de niños» tras tres semanas de bombardeos israelíes, según denunció este martes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
En un comunicado, Unicef informó que más de 3.500 menores palestinos han muerto en los ataques israelíes, que comenzaron el pasado 12 de octubre. «Gaza se ha convertido en un cementerio para miles de niños y niñas», dijo el portavoz de Unicef, James Elder.
El balance de muertos y heridos civiles es aún provisional, ya que es difícil acceder a algunas zonas afectadas por los bombardeos. Unicef estima que más de 10.000 personas han resultado heridas, entre ellas al menos 5.000 menores.
Los ataques israelíes han provocado también una grave crisis humanitaria en la Franja de Gaza, que ya era uno de los territorios más pobres y densamente poblados del mundo. Más de 2 millones de palestinos viven en un enclave de apenas 362 kilómetros cuadrados, sitiado por Israel desde 2007.
Unicef ha advertido que la falta de agua potable, electricidad y alimentos podría causar más muertes entre los niños palestinos. Es por ello que «La situación es desesperada», dijo Elder. «Los niños necesitan urgentemente ayuda humanitaria».
Los bombardeos israelíes fueron lanzados en respuesta a los ataques de los grupos armados palestinos, que dispararon cohetes contra Israel desde la Franja de Gaza. Eataques israelíes han provocado una ola de indignación internacional, y han sido condenados por la mayoría de los países del mundo.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha pedido un cese inmediato de las hostilidades y ha llamado a un diálogo para encontrar una solución al conflicto entre Israel y Palestina.