Con la presencia de representantes de trece países, se busca llegar a un acuerdo en Quito para afrontar la migración venezolana.
La capital ecuatoriana enmarca esta reunión en la que comparecen representantes de Argentina, Brasil, Costa Rica, Colombia, Chile, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Bolivia, Uruguay y República Dominicana.
Según cifras de organizaciones como la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) y del Alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), se estima que casi 2,5 millones de venezolanos han abandonado el país en los últimos cuatro años.
Durante la inauguración del evento, el canciller ecuatoriano en funciones, Andrés Terán, señalo que la región afronta en la actualidad “una crisis migratoria” debido a que los venezolanos se han visto obligados a salir de su país afectado “por una profunda crisis económica, política e institucional”.
Explica el canciller que la crisis migratoria venezolana ha sido “particularmente grave” en el curso del presente año.
Indica además que desde 2014 hasta la actualidad han ingresado en Ecuador más de un millón de migrantes venezolanos.
De igual manera, el canciller en funciones, dijo que sólo en 2018, han ingresado más de 600.000 ciudadanos venezolanos en Ecuador, donde permanecen más de 215.000 y detalló que desde 2014 hasta la actualidad, el país ha otorgado 90.000 visados a venezolanos.

Una visión y acción conjunta ante la migración venezolana
En el evento se explicó la necesidad de afrontar esta situación que es común para los países asistentes, por lo que se hace necesaria la unión de los esfuerzos de todos para encarar el asunto.
La reunión busca recabar propuestas para resolver la situación de los venezolanos que, por diferentes razones, no tienen regularizado su estatus migratorio y son altamente vulnerables a la trata de personas, tráfico ilícito de migrantes y explotación laboral, entre otros.
Terán comentó que es necesario procurar “la coherencia” entre los enfoques de los Estados para combatir de forma coordinada y conjunta los delitos internacionales derivados de la migración “irregular, desordenada o clandestina”.
Según el canciller, afrontar el actual flujo migratorio “masivo e inusual” de venezolanos requiere la solidaridad internacional “concertada, robusta, eficiente y adecuadamente coordinada con un enfoque regional integral”.
También se planteó la necesidad de plantear propuestas para la validación técnica de los documentos de identidad de los ciudadanos venezolanos y capitalizando la importancia de que las naciones que aún no lo hayan hecho ratifiquen o se adhieran a los instrumentos internacionales jurídicamente vinculantes en materia de movilidad humana.
Arnaud Peral, representante de la ONU en Ecuador, destacó la necesidad de que se establezcan políticas conjuntas que garanticen la protección de los derechos humanos de las personas en movilidad y que logren desarrollar rutas de protección con especial atención en los niños.
También planteó la importancia de que se logren acuerdos para luchar contra la discriminación y la xenofobia, entre otros temas.