Cientos de personas mayores y trabajadores de la salud hicieron largas filas el lunes para vacunarse contra el coronavirus como parte de la campaña de vacunación de Venezuela, que se ha visto frenada por problemas de pago y disputas políticas.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro dijo durante meses que no podía pagar las vacunas debido a las sanciones de Estados Unidos, pero el mes pasado anunció que había obtenido los fondos para ingresar al programa global COVAX.
La campaña que comenzó oficialmente durante el fin de semana utiliza vacunas proporcionadas por Rusia y China. Los datos de Reuters muestran que solo el 1,1% de la población ha recibido al menos una inyección de vacuna hasta ahora.
«Se requiere un poco más de información. Estamos muy confundidos, lo cual es de esperar por la impaciencia», dijo Luis González, de 90 años, jubilado, luego de recibir su primera dosis de la vacuna rusa Sputnik V el lunes en la propiedad del gobierno. Hotel Alba en Caracas.
Alrededor de 20 cubículos se colocaron en una espaciosa habitación en la planta baja del hotel donde las autoridades de salud esperan administrar la primera dosis a 1,000 personas para fines del lunes, dijo el Dr. Rhode Longa, coordinador del sitio.
A dos cuadras del hotel, Coromoto Terán, un ama de casa de 47 años, hizo cola después de enterarse del esfuerzo a través de vecinos. Pero al llegar al hotel, le dijeron que no tenía «derecho a la vacunación» porque no era ni trabajadora de salud ni anciana, las dos poblaciones objetivo actuales y no había sido citada.
El Ministerio de Salud no ha ofrecido detalles sobre el número total de personas que ha vacunado i cuantas personas han sido ciradas en esta Campaña de vacunación.
Algunos funcionarios han dicho que se proporcionarán vacunas a quienes posean el «Carnet de la Patria», un sistema de identificación del gobierno que, según algunos, se utiliza para discriminar a los críticos del gobierno. Pero otros dijeron que pudieron vacunarse sin él.