El censo automotor propiciado por el gobierno es un método solapado para controlar el acceso a la gasolina.
Según informa EFE, el presidente Maduro ha convocado a todos aquellos propietarios de vehículos a censarse como una medida para hacer «uso racional» de la gasolina mediante una nueva política energética utilizando como recurso el Carnet de la Patria.
«Tenemos que ir a un uso racional, justo, siempre justo (de la gasolina), y esto va necesariamente a impactar cambios en todo el transporte automotor; y el carnet de la patria es la respuesta, el censo es la respuesta», declaró Maduro en un discurso ofrecido en la instalación del IV congreso del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela.
El mandatario nacional explica que el contrabando de extracción del combustible ha minado al país, con lo que esta medida vendría a sustituir el uso de los chips, cuya implementación evidentemente no arrojó los resultados esperados.
En opinión de Francisco Cardiel, secretario general de proyecto Guayana, esta medida es inconstitucional y que generará caos en el sector automotríz.
La patilla, publicó la opinión de Cardiel, quien dijo: “El petróleo es de todos los venezolanos y no del gobierno de turno, por eso la medida anunciada por el Presidente Maduro, no tiene pies ni cabeza y se tendrá que atener a las consecuencias”.
Por su parte, el defensor del pueblo, Alfredo Ruíz, dice que el censo y el control para la adquisición de gasolina en el país, a través del Carnet de la Patria, “no es motivo para perder la calma” y además dijo que “esto dará la posibilidad de tener acceso al combustible en las zonas donde es más difícil adquirirla”.
Según información oficial del 3 al 5 de agosto se abrirá el registro del censo automotor, que según anunció Maduro está disponible para establecer las necesidades del parque automotor con miras a su recuperación.
En estas jornadas se estará tramitando la obtención del carnet, así como se hará acopio de la información registrada.
Si bien por una parte el gobierno promete, a través de medidas regulatorias, controlar los recursos para hacerlos llegar directamente a aquellos que lo necesitan, ya ha sido demostrado en diversas ocasiones, que la canalización de recursos sólo genera desvíos y roscas de privilegiados que se benefician en detrimento de los más vulnerables.