Un récord de desplomo ha presentado la moneda norteamericana y esta mañana ha abierto los mercados en 25,5 pesos por dólar, en una caída que el gobierno de Mauricio Macri no ha logrado contener, la Argentina se ve envuelta de nuevo en una espiral descendente hacia un nuevo conflicto social que el gobierno de derecha a temido y que ni siquiera las presentes negociaciones que se establecen con el Fondo Monetario Internacional ha logrado frenar.
Grupos sindicales se han puesto en marcha este lunes hacia la plaza del obelisco en la ciudad de Buenos Aires con el fin de protestar su desacuerdo con las políticas emprendidas por el gobierno de la casa rosada, rechazando los aumentos de precios de los servicios y la genuflexa posición de Macri a aceptar de entrada, todas las condiciones que el FMI le ha impuesto para a través de un préstamo, pagar la crisis económica que su gestión ha generado.
Organizaciones gremiales de todos los ámbitos y niveles de la economía argentina se han dado cita el día de hoy en las calles de Buenos aires, los indignados, encabezados por la CGT, Confederación General del Trabajo; CATT, Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte; JSN Juventud Sindical Nacional se han reunido en repudio a las acciones del presidente, pues según expresaban en sus consignas, “Ya hemos tenido un corralito y una devaluación”, situación que recuerda la fallida intervención del FMI durante el gobierno de Menen y que trajo nefastos resultado a la argentina.
La sociedad civil Argentina le teme al FMI
La venta de 5 mil millones de dólares de las reservas internacionales, así como el aumento de los costes de los servicios básicos han creado un estado de incertidumbre sobre los resultados de la debacle del sistema financiero argentino.
Aún el proceso mediante el cual la divisa estadounidense empuja a la baja al peso de Argentina, esta apenas en el proceso inicial y no ha presentado muestras de estabilización, la pasada semana se liberaron las letras del Banco Central, colocando en el mercado 26 mil millones de dólares, esto último aunado a la subida de las tasas de interés al 40%, no han causado la tendencia renovativa que el gobierno esperaba.
Los colectivos sindicales y la sociedad civil esperan que las regulaciones aplicadas por el FMI en el país, como consecuencia de la petición de financiamiento, comiencen a menoscabar, como lo han hecho en casos anteriores y en otros países, la reducción de gastos en educación, seguridad y salud, que para estas organizaciones han sido reivindicaciones conseguidas a pulso o a través de la gestión de gobiernos peronistas.
Por el momento, no se ha definido nada al respecto de las decisiones a tomar, pero el clima de incertidumbre generado alrededor de la negociación con el órgano financiero mundial nunca ha dejado buenas experiencias.
El gobierno argentino sólo se ha reservado a una cláusula de “Stand By”, para poder condicionar el pago de la deuda, a la compensación por déficit fiscal o medidas de ajuste, con esta medida serían menos opresivos los pagos de deuda. Aunque las condiciones no se conocen aún, en la pagina oficial del Fondo ya aparece que se espera que la Argentina solicite una media de 35 mil millones de dólares.
Macri ha referido que luego de conseguir el financiamiento, se propondrá desarrollar un ajuste sobre su economía que no permita que se regrese a la situación que los ha llevado a tener la necesidad de Solicitar el crédito. Una medida que se habría podido implementar antes y que les hubiese evitado, tantos quebraderos de cabeza.