Nicolás Maduro anunció la creación de la Universidad Internacional de las Comunicaciones.
«Firmé el Decreto de Creación de la Universidad Internacional de las Comunicaciones que tendrá su sede en Caracas. Una Alma Mater que nace para dar la batalla por la liberación, la conciencia y la defensa de la verdad. ¡En Los Medios, Redes y Paredes!», escribió el líder del gobierno bolivariano en su cuenta twitter.
La creación de este instituto educativo, responde a la necesidad de formar comunicadores con un discurso apegado a los valores de la revolución.
Maduro expone la necesidad de defender la verdad, sin embargo la defensa de la verdad es la base misma del periodismo, lo que todas las escuelas de comunicación social imparten.
Lo más discutido a nivel de ética de la comunicación es el tema de la verdad y la objetividad periodística, que tienen la variable humana de la percepción individual. Hay tantas verdades como individuos, plantea el relativismo.
Esta es una tesis filosófica según la cual existen tantas verdades como seres cognoscentes crean estar en la verdad. La verdad depende de factores físicos, psicológicos o culturales que influyen en los juicios que las personas se hacen sobre la realidad.
Una nueva escuela de comunicación social, se sumaría a las 16 escuelas ya existentes en el país, las cuales están inmersas en la crisis de las universidades nacionales, cuya falta de recursos, aunada a debacle económica nacional, ha producido una merma en la calidad de la enseñanza.
Una propuesta válida sería tomar este recurso material y humano para el desarrollo de los nuevos comunicadores, en lugar de crear un nuevo currículo educativo, enriquecer los existentes.
La comunicación se dá en un punto de encuentro entre las ideas de los actores del hecho comunicacional, es decir, es una carretera de dos vías.
Podría interpretarse la creación de esta nueva universidad, como una acción sorda como aquellas a las que nos tiene acostumbrados el gobierno bolivariano.