Las mujeres latinoamericanas se encuentran nuevamente en las calles, alzando sus voces en el Día Internacional de la Mujer, con razones de sobra para protestar. A pesar de los avances, las exigencias de igualdad siguen acumulando cuentas pendientes en la región. Este año, además, enfrentan nuevas amenazas de retroceso debido a la llegada al poder de líderes que han desechado abiertamente las políticas contra la discriminación.
Violencia de Género: Un Problema Persistente
La violencia de género sigue siendo uno de los problemas más acuciantes. Cada dos horas, una mujer es asesinada por razones de género en el continente latinoamericano. A pesar de los esfuerzos, la política pública no ha logrado corregir los índices de impunidad asociados a las agresiones y feminicidios. Las mujeres continúan luchando por su seguridad y por el derecho a vivir sin miedo.
Espacios de Poder y Precariedad Laboral
En cuanto a posiciones de decisión, las mujeres enfrentan obstáculos. En gabinetes ministeriales de Latinoamérica, apenas el 28.7% de los puestos les corresponde, y solo en Chile y Costa Rica se alcanza o supera la paridad. Además, las mujeres asumen mayoritariamente trabajos no remunerados, especialmente en la esfera privada. Mientras las brasileñas dedican un 22.1% de su tiempo de trabajo a tareas no pagadas, en otros países latinoamericanos, esta cifra oscila entre un 30% y un 42%. En contraste, los hombres destinan solo un 15% a un 23% de su tiempo a tareas no retribuidas.
El Descontento de las Nuevas Generaciones
Las jóvenes latinoamericanas están cansadas de las herencias machistas. Aunque en el papel deberían ser tratadas con igualdad, la realidad en el terreno es diferente. Jennifer Piscopo, profesora en Género y Política, señala que estas mujeres crecen en países donde la discriminación persiste. El enojo y la determinación impulsan sus manifestaciones.
Impacto y Reivindicaciones en el Día Internacional de la Mujer
Este 8 de marzo, las calles se llenarán de multitudes, exigiendo respuestas a las cuentas pendientes y enfrentando el riesgo de retrocesos. Las mujeres no solo celebran, sino que luchan por un futuro más justo. La inversión en igualdad es moralmente correcta y representa un camino hacia sociedades más inclusivas.