Venezuela atraviesa una dolarización forzada, cada vez es más común ver en la calle transacciones sencillas de compraventa en dólares.
Es muy común ver escenarios como estos:
1.- «…Mi pana por ese trabajo mecánico te cobro de mano de obra 20 Dólares, no quiero el Bolívar Soberano…»
2.- «… Te puedo reparar el televisor HAIER, usted compra los repuestos pero la mano de obra me la paga sólo en dólares y son 25 US$…»
3.- «… Señora, el doctor me dice que, la consulta de hoy sí la paga en dólares son 15 US$, pero si la paga en Soberanos hoy es al cambio oficial multiplicado por dos, esa es la condición del costo de la consulta médica…»
4.- Hasta en Mercados a Cielo abierto: «… mi corazón dame un cartón de huevos, 2 kilos de queso y medio kilo de jamón pero te voy a pagar en dólares no tengo Bolívares Soberanos…»
Según escribe Darwin solórzano en el portal Aporrea, «Están obligando a las personas a buscar dólares, hasta debajo de las piedras, de manera oficial o de contrabando, que ya andan circulando en todas las calles de Venezuela»
El escritor, de clara tendencia izquierdista, opina que hay «Muchos dicen que en los barrios de Venezuela y en el interior del país, los dólares que están de mano en mano, son los que están llegando de contrabando y los que anda repartiendo la oposición para comprar conciencias».
Sin embargo, parece no tomar en cuenta que existen muchos venezolanos en el exterior, haciendo llegar a sus familiares remesas con las que puedan afrontar la crisis.
En una visión diferente, El economista y diputado a la Asamblea Nacional, José Guerra, considera que «cualquier intento por eliminar el control de cambio es positivo» en Venezuela, donde existe una «dolarización de facto».
El economista y diputado a la Asamblea Nacional, José Guerra, considera que "cualquier intento por eliminar el control de cambio es positivo" en Venezuela, donde existe una "dolarización de facto". pic.twitter.com/MCTWwT3SaY
— Conexión Digital Web (@ConexionDWeb) May 16, 2019
Mientras tanto, esta dolarización forzada, hace que aquellos que sólo acceden a bolívares, ven cada vez menos valioso el fruto de su esfuerzo, generando una gran frustración y el menoscabo de una sociedad que cuenta con grandes recursos tanto humanos como materiales.