Analistas económicos advirtieron hoy que Venezuela tendrá un 2023 «igual o peor» que este año como consecuencia de las políticas erradas del gobierno Nicolás Maduro, que no ha logrado ni en lo económico, ni en lo político, ni en lo social «un mínimo de estabilidad».
Además, estimaron que el 2022 podría cerrar con «un pequeño» crecimiento del PIB del 10%, y una inflación superior al 200%, que revive el temor de volver a la hiperinflación, un fenómeno económico que, según el gobierno, fue controlado en enero de este año.
«Terminamos un año difícil y creo que el que viene va a hacer igual o peor que este, porque el gobierno no ha logrado un mínimo de estabilidad a lo interno y externo ni en lo político, económico y social, y el que paga las consecuencias es el pueblo como siempre», cuestionó el economista Luis Laguado, catedrático de la Universidad Católica Andrés Bello.
Laguado calificó de «mentira» la afirmación del gobierno de que la recesión económica que por 6 años registró el país ha comenzado a revertirse, y apuntó que, para el cierre del 2022, «el PIB escasamente crecerá 10%, y eso no puede ser considerado como el despertar de la economía, que genera empleos y producción nacional porque no hay inversión ninguna en el país».
«Esa es una cifra bastante mínima de crecimiento en medio de la terrible crisis económica que tenemos por la destrucción del aparato productivo, de la industria petrolera. No han podido estabilizar el bolívar y lo más grave es que cada día se devalúa más por la distorsión económica, que no solo devalúan el bolívar, sino hasta el dólar», fustigó.
Recordó que entre 2005 al 2015 hubo una expansión del mercado petrolero con elevados precios, «y esas exportaciones de crudo respaldaron la moneda, pero nunca hubo un ahorro nacional para dejar una reserva y lo perdieron todo, y hoy el bolívar no tiene respaldo y lo que hay es inestabilidad», fustigó.
Asimismo, dijo que la inflación podría terminar por encima del 200% y consideró que el prolongado conflicto político, las sanciones que hay sobre el país, y la falta de seguridad jurídica, hacen difícil que lleguen las grandes inversiones que requiere el país.
«De cara al 2023, Venezuela entrará de nuevo a la hiperinflación. Mientras no se corrijan los desequilibrios macroeconómicos y haya estabilidad legal para los inversores, estaremos viviendo amenazas de más pobreza, mayor inflación, inseguridad, y migración», aseveró.
A su vez, el economista José Guerra, miembro del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), precisó que, entre el 30 de noviembre y el 27 de diciembre de este año, el bolívar «se ha devaluado 45,2% y algo similar sucedió en la cotización del Banco Central de Venezuela (BCV)».
«El régimen despilfarró más de 1 billón de dólares y ahora el BCV no tiene reservas. Y todavía falta caer», advirtió.
Además, indicó que al cierre del 2022, el PIB crecerá entre 9% y 10%, comparado con niveles muy bajos mientras que la inflación terminará en 225%.
Para 2023 «Habrá un déficit de balanza de pagos con pérdida de reservas internacionales de 721 millones de dólares y el salario mínimo estaría en 7 dólares al mes», apuntó.