Los educadores de Venezuela junto a otros gremios públicos, activos y jubilados, protestaron hoy por cuarta semana consecutiva en Caracas y en el resto del país ante la falta de respuesta del gobierno de Nicolás Maduro sobre sus demandas por un salario justo que les permita cubrir sus necesidades básicas.
Asimismo, alzaron su voz para rechazar los amedrentamientos que aseguraron han recibido por defender sus derechos en las protestas pacíficas, y la pretensión del régimen de imponer un salario de 50 dólares al mes, que de concretarse se convertirá «en sal y agua».
Los trabajadores se concentraron en plaza Venezuela, y gritando consignas como «no tenemos miedo, la lucha es en la calle», avanzaron hasta el ministerio de Educación Superior, en pleno centro de Caracas.
Edgar Machado, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros del Distrito Capital, enfatizó que marchamos como lo establece la constitución pacíficamente reclamando nuestro derecho a un salario digno para cubrir al menos la canasta alimentaria, y rechazó la presencia de los llamados «colectivos armados» afectos al gobierno.
«Cada vez que marchamos nos ponen a los colectivos. Ya el venezolano no tiene miedo. Ahí hay personas armadas y nosotros, incluso le damos clases hasta sus hijos», fustigó.
A su vez, Eduardo Sánchez, del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Central de Venezuela (UCV), exhorto a, los trabajadores a mantenerse activos porque se habla de un aumento salarial de 50 dólares que «no estamos ni discutiendo ni pidiendo».
«Estamos exigiendo un salario justo que nos permita vivir con dignidad. La clase trabajadora no aguanta vivir con 6 dólares al mes», advirtió.
Los trabajadores hicieron un llamado a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a propósito de la reunión tripartita que se realiza desde este lunes en la isla de Margarita, para que su facilitación permita solucionar la difícil situación que por «los salarios de hambre» enfrenta los educadores, y trabajadores públicos en el país.