El día de la Madre es, para los venezolanos, una fecha especial. Es un día para celebrar la vida, para honrar la esencia de la persona más importante del hogar y la sociedad.
En medio de la celebración; no deja de estar presente ese otro aspecto que ha marcado a los venezolanos: la fragmentación de la familia, no solo por la diáspora; sino por las muertes producidas por la pandemia del covid-19 y el colapso del sistema de salud nacional.
Los afortunados que pueden compartir en familia, aún en la distancia son muchos; sin embargo el numero de personas que en está de luto es abrumador.
Una dura vivencia
En las redes sociales, se observan todo tipo de expresiones; tanto de celebración como de conmiseración. A continuación una historia narrada por un médico venezolano que refleja esta paradoja de tristeza en un día destinado a la celebración:
El Dr. Carlos Villanueva, en su cuenta twitter narró una vivencia que presenció el pasado domingo y que habla del profundo sentido humano del galeno y del dolor que una joven madre que sufrió un accidente de tránsito.
El médico cirujano narró el suceso: «Hace rato venía por la subida de Macaracuay, me disponía a almorzar con mi Sra. Madre, y de repente veo este accidente, como venía de post guardia (en mono) me bajé; hablé con los PNB, y me permitieron pasar a la escena…»
«Al llegar al vehículo, me percato de que la única ocupante ya está en el suelo fijada a la tabla de TRM, los paramédicos hicieron la parte difícil, [evacuar a la paciente del vehículo], me les presento como cirujano, les pregunté que si podía evaluarla, ellos accedieron».
«Me identifico con la paciente (era una muchacha); la interrogo, nombre, edad, de dónde venía, si le dolía algo, explorando también la conciencia, y todo bien, salvó un gran dolor en el hombro izquierdo; el cual ya estaba inmovilizado, y ciertas excoriaciones en cara y brazos».
«Procedo a hacer el examen físico, veo el cuello inmovilizado, cuantifico signos vitales, estables, examino tórax, abdomen, cadera y extremidades inferiores, todo bien, salvo el hombro izquierdo. Una vez hecho esto, y mientras cuadraban la ambulancia para la evacuación».
«Le digo que hablemos, pregunto si venía sola, si iba a alta velocidad; (cabe destacar que estaba lloviendo), que si perdió el control, y el porque sucedió esto?? A cuya respuesta me dejó congelado en el acto, se me aguaron los ojos al instante y tragué grueso, me quebré…»
«Mire Dr. es que yo choqué porque venía llorando, entonces perdí el control», Pero ¿Por qué llorabas?. «Porque mi hijo hace poco se fue al cielo, entonces venía pensando en él, perdí el control y mire ahora lo que me pasó».
Le dije: «cuánto lo lamento, mi mamá perdió a mi hermano, yo he visto ese dolor, (y mientras le acariciaba la frente le dije) ahora debes pensar en ti, estás muy aporreada, debes continuar, debes seguir por tu hijo, el no te quiere ver así, así que vamos»
«En eso la levantamos, la colocamos en la camilla y camino a la ambulancia, tomándole la mano, ella me dijo: «Gracias Dr., Mil gracias» Le solté la mano, y la montaron en la ambulancia. Me quedé ahí, frío, con la mente nula…»
«Me monté en mi carro y lloré por unos minutos, arranqué, y aquí estoy con mi mamá terminando de hornear un pasticho, para almorzar en familia, y celebrar su día. Dios está presente de maneras muy peculiares, y hoy estuvo ahí, lo ví…»
«Espero que te mejores chica, de tus golpes, pero sobre todo ruego a Dios que te mejores de tu corazón y de tu alma destrozada por la partida inesperada de tu angelito» Feliz día de la Madres.
https://twitter.com/ConotoLlanero/status/1523351930449559552
En día llamado para la alegría, como lo es el día de la madre, una historia como esta hace reconsiderar la esencia de de la celebración; pero sobre todo, nos permite contar las bendiciones con las que el creador nos premia y que muchas veces damos por sentadas.