La frontera colombo venezolana se encuentra cerrada, lo cual ha generado el cese de toda la actividad económica y humana que hace vida en ese espacio.
El drama de la frontera cerrada transcurre en un espacio territorial vivo, en el que la vida transcurre en la conjunción de dos países complejos cuyas historias están compenetradas.
La relación entre los habitantes de las ciudades fronterizas es profundas, recuerda a los habitantes de la guajira, que cuando se les habla de la guajira venezolana o la colombiana, dicen «una sola guajira».
Mientras los venezolanos no pueden pasar al vecino país para adquirir insumos esenciales, como medicamentos y alimentos. Ciudades como Cúcuta y Pamplona ven a sus economías profundamente afectadas por la situación.
Pedro Farías, en su blog educación y resistencia explica esta situación.
Indica que » El Norte de Santander (Cúcuta y Pamplona) se queda sin gasolina, colapsa el comercio, y empieza a quedar ambas ciudades desconectadas al perderse el contacto por medio del trasporte, igual comienza las dificultades de la comunicación vía terrestre entre Bucaramanga (Santander) Tunja (Boyacá) y estas poblaciones fronterizas con Venezuela, Lo mismo, se queda sin gasolina Puerto Carreño (Vichada), Arauca (Región del Orinoquia), Valledupar (Cesar), Maicao y Rio Hacha (La Guajira), y hasta comienza a sentirse los coletazos en Santa Marta y Barranquilla (en Magdalena y Atlántico respectivamente), eso en tan solo 7 días.
Dice el autor que «Colombia sin un tiro, quedaría partida en dos, todo lo que esté al oriente, al este del Rio Magdalena entraría en severa crisis».
También expone que la capacidad bélica venezolana es superior a la colombiana y advierte que el territorio quedaría a merced de Venezuela y se correría el riesgo de que se reactiven células dormidas más no muertas de las FARC y el ELN.
Por su parte Venezuela alude la protección de la soberanía nacional, azotada por el contrabando de extracción.
Freddy Bernal manifestó al respecto en su cuenta twitter, explicando que debe evitarse el abuso de nuestros recursos.