El conflicto político amenaza con agravarse ante el futuro incierto de la opositora Asamblea Nacional que lidera Juan Guaidó.
Las discusiones se mantienen abiertas entre los diputados quienes aún no logran un consenso sobre cómo crear oficialmente reglas para darle continuidad al Parlamento electo en 2015, y cuyo periodo constitucional vence el próximo 5 de enero.
Ese día se convocará un nuevo congreso, de mayoría chavista, luego de las elecciones del 6 de diciembre, en las que la oposición no participó por considerarlas «un fraude«, y que además fueron rechazadas por buena parte de la comunidad internacional.
«La Asamblea Nacional se mantendrá firme en defensa de su gente y la República», afirmó Guaidó a través de las redes sociales.

Asimismo, enfatizó que «Venezuela seguirá contando con el único poder legítimo electo en el país» y que «los diputados de esta Asamblea Nacional vamos a honrar el mandato encomendado por los venezolanos».
«Defender a este Parlamento es defender la posibilidad de soluciones a la tragedia que vivimos», sentenció.
En este sentido anunció que este sábado realizarán una sesión extraordinaria «para ratificar el mecanismo que norma el funcionamiento del Parlamento y así proteger a los venezolanos, preservar la Constitución y asegurar la continuidad constitucional».
Los diputados suspendieron dos veces las sesiones convocadas para finalizar la modificación del Estatuto de Transición aprobado en 2019 y cuya reforma iniciaron el pasado 18 de diciembre con miras a declarar la continuidad de las funciones del Legislativo.
Para el diputado Américo de Grazia «estamos en un punto de quiebre y tenemos que garantizar las herramientas mínimas para continuar con la lucha por la libertad y democracia».
El legislador advirtió que el peligro está en la tardanza, en no aprobar la reforma que debió hacerse antes del 6 de diciembre.
Asimismo, criticó la «irresponsable actitud» de los partidos: Acción Democrática (AD) Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular (VP) y Un Nuevo Tiempo (UNT) -conocidos como el G4- por no aprobar la modificación del instrumento legal.
«De manera irresponsable el G4 no termina de aprobar la ley para la reforma del estatuto que le daría vigencia y permanencia para seguir luchando contra la tiranía en el marco de los países libres y aliados de los venezolanos»,dijo a través de un vídeo difundido en las redes.
Destacó que no de aprobarse la modificación «el impacto será negativo porque se perdería la confianza tanto de la comunidad nacional, dentro y fuera del país, como de la comunidad internacional», planteando un futuro incierto para los actuales integrantes de la organización.
A su vez, la fracción del partido Acción Democrática, que encabeza el diputado Henry Ramos Allup, informó que rechazará la propuesta de modificar el Estatuto de Transición que comprende tres etapas: «cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres, y con el ahora se busca declarar formalmente la continuidad administrativa de la Asamblea Nacional».
«AD rechazará la propuesta de modificación del estatuto de transición no solo porque en nada cambiará la situación actual sino porque nuestros diputados y autoridades partidistas están en Venezuela, mientras que los que presionan su aprobación se encuentran todos en el exilio», expresó Oliver Blanco, exjefe de prensa del Parlamento a través de las redes.
La oposición ganó el Parlamento en los comicios de 2015, pero el Tribunal Supremo de Justicia, al que acusan de servir a Nicolás Maduro, la declaró en «desacato» y anuló todos sus actos, mientras que el gobierno lo acusó de «servirle a la oligarquía imperialista de EEUU y promover acciones golpistas contra la patria».