La incertidumbre aumentó hoy entre los venezolanos que, desesperados por el auge vertiginoso en los casos positivos de Covid-19 y el colapso sanitario, exigen al presidente Nicolás Maduro dejar entrar las vacunas mediante el mecanismo Covax para combatir el letal virus que está en plena segunda ola de pandemia.
Expertos en salud advirtieron al mandatario que condicionar al desbloqueo de los recursos y a las sanciones de Estados Unidos la adquisición de los biológicos a los que el país tiene acceso a través del mecanismo Covax de Naciones Unidas es «peligroso», y solo aumentará el sufrimiento y la tragedia del pueblo. «No se puede seguir dilatando la llegada de las vacunas, porque eso significa mayor número de personas contagiadas, fallecidas y el colapso del sistema de salud. En la medida en que se retrasen las vacunas el impacto de epidemia será mayor», advirtió el epidemiólogo Félix Oletta, exministro de Sanidad.
Afirmó que «este es el momento para exigirle a Maduro que haya un acuerdo que convenga con los mecanismos internacionales y la representación de la Asamblea Nacional legítima (2015) necesaria para la población».
Además, rechazó la postura del gobernante socialista de no permitir el ingreso de las vacunas de AstraZeneca bajo el argumento de que «está causando estragos en el mundo», pero pretende usar las futuras vacunas de Cuba, que «no han sido suficientemente probadas y que están iniciando la fase 3 de ensayos clínicos».
«Es una oferta engañosa. No solo están promoviendo vacunas no probadas sino medicamentos milagrosos que supuestamente protegen a la población y eso no es verdad, es una falsa información», enfatizó.
Oletta destacó que Venezuela está «a la cola de los países de la región en cuanto a eficiencia de vacunación, que es muy baja», por lo que exigió al Estado «subsanar el problema de la procura y tener un plan de vacunación robusto, y aprobado por todos».
Además, dijo que la primera fase de vacunación, que arrancó el pasado 18 de febrero con las 100 mil vacunas rusas Sputnik V y las 500 mil chinas Sinopharm, «es ineficiente, y escasamente ha abarcado 0,1% de la población que debe ser vacunada».
Asimismo, criticó que esas dosis fueron «desviadas hacia el grupo político», en lugar de ser aplicadas al personal de salud.
A su vez, el médico Julio Castro sostuvo que la forma más segura de acceder a la vacunación masiva es a través del mecanismo Covax, cuyo proceso ya se inició con la aprobación del acuerdo que aprobó el Parlamento del 2015 que encabeza el líder opositor Juan Guaidó.
Ese acuerdo permite liberar fondos que están bloqueados en el exterior por las sanciones para iniciar el financiamiento de 12 millones de vacunas para unos seis millones de personas.
En este sentido recomendó a Maduro no buscar otras alternativas, como la propuesta de vender petróleo por vacunas que anunció en la víspera, porque «aun teniendo petróleo, la disponibilidad de vacunas tiene un severo problema en el mundo».
Por otra parte, confirmó que los hospitales y las clínicas están abarrotados ante la demanda de los pacientes de Covid-19. «No hay oxígeno, cama ni personal y la capacidad real está al tope», manifestó.