El cardenal Jorge Urosa Savino falleció ayer en Caracas tras haber permanecido varios días hospitalizado por complicaciones derivadas del Covid-19.
Así lo , informó hoy la Arquidiócesis de Caracas «El Cardenal Baltazar Porras; obispos Auxiliares de Caracas y el clero venezolano comunican el sensible fallecimiento del Eminentísimo Cardenal Jorge Urosa Savino; este jueves 23 de septiembre de 2021 en Caracas. Enviamos nuestras condolencias a familiares y amigos», expresó en una nota de duelo la Arquidiócesis de Caracas.
Porras pidió a los venezolanos «una oración muy particular hagamos en este momento por su descanso eterno, y las campanas de cada una de nuestras iglesias que doblen anunciando su muerte y preparándonos en la oración y en el afecto agradeciéndole al señor su vida».
El cardenal permaneció durante más de cuatro semanas hospitalizado, tiempo en el cual su estado de salud se deterioró de forma significativa.
Su mensaje de despedida
El 12 de septiembre publicó una carta fechada el 28 de agosto en la que solicitó recibir los santos óleos, ante un agravamiento de su situación.
«Ante la eventualidad de tener que pasar a terapia intensiva por un agravamiento de mi situación, he querido recibir los santos sacramentos», escribió en la misiva.
Urosa Savino de 79 años de edad, nació en Caracas el 28 de agosto de 1942, y fue obispo auxiliar de Caracas y arzobispo de Valencia.
El 19 de septiembre de 2005 fue nombrado arzobispo de Caracas y el 24 de marzo de 2006 fue designado cardenal, y el quinto venezolano en ser proclamado cardenal de la Iglesia Católica.
Además, era elegible para participar en cualquier futuro cónclave papal hasta su cumpleaños número ochenta, el 28 de agosto de 2022. En el año 2013 participó en el Cónclave en el cual fue elegido el Papa Francisco.
Al cumplir 75 años de edad, el 28 de agosto de 2017, presentó su renuncia, de conformidad con el Código de Derecho Canónico. Fue remplazado en la dirección de la arquidiócesis de Caracas por monseñor Baltazar Porras.
Tras confirmarse el fallecimiento, la Conferencia Episcopal Venezolana pidió «a Dios le conceda el eterno descanso, y lo incorpore a la bienaventuranza eterna».