Las calles de Caracas, los rincones de Tokio, los cafés de Nueva York y las terrazas de París han sido testigos de un fenómeno gastronómico que trasciende fronteras: la arepa venezolana. Este modesto platillo, elaborado a base de harina de maíz precocida, ha logrado conquistar paladares en todo el mundo, y su proyección internacional no muestra signos de detenerse.
La Receta Sencilla que Viaja por el Planeta
La arepa es una deliciosa masa circular que se prepara mezclando harina de maíz, sal y agua. Con las manos, se le da forma y se cocina en una plancha o sartén durante pocos minutos. Pero su verdadera magia radica en los rellenos: desde el clásico queso con jamón hasta el exquisito pollo con aguacate y mayonesa, las opciones son infinitas.
Ricardo Estrada Cuevas, crítico gastronómico venezolano y autor del libro “Arepólogo: Pan Nuestro de Cada Día”, lo resume así: “Donde hay un venezolano, hay una arepa”. Y no exagera. Más de 7 millones de venezolanos han emigrado debido a la crisis económica, llevando consigo esta tradición culinaria. La arepa se ha globalizado y se encuentra en 446 areperas en 46 países.
La Arepa en el Mundo: Historias de Éxito
- Nueva York: Marlyn Quiroga, abogada de 47 años, comenzó tocando puertas en Queens con su servicio de catering “Arepa La Newyorquina”. Hoy, sus arepas sin gluten son un éxito en las fiestas neoyorquinas.
- París: En “Ajidulce – Le goût du Venezuela”, el diseñador digital Jean-François Lamaison promueve la “Arepa Power”. Para él, este alimento es un cambio refrescante frente a las hamburguesas omnipresentes.
El Ingrediente Secreto: Pasión y Amor
Raúl Márquez, un venezolano de 42 años que vende arepas en Tokio, lo expresa con nostalgia: “Una arepa es mi madre. Es comer en la mañana antes de ir a la escuela… eso es lo que le pongo hoy cuando vendo arepas: esta pasión, este amor que viene de casa”.
Impacto y Futuro de la Arepa
La arepa trasciende lo culinario. Es un pedacito de identidad que viaja en las maletas de los emigrantes. Su proyección internacional no solo llena estómagos, sino también corazones. Y mientras siga siendo parte de la vida cotidiana, este plato seguirá conquistando el mundo.
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