Juan Guaidó sigue comprometido con el uso de sanciones como herramienta para el cambio de régimen en Venezuela. Está en la búsqueda de aliados para el plan de salvación que propone, luego de los fallidos intentos de desplazar a Maduro del poder.
El mes pasado, Guaidó lanzó un «acuerdo de salvación nacional» a Maduro con el objetivo de comenzar a buscar «soluciones realistas y viables» a la crisis, y ha dicho que apoyaría el levantamiento gradual de las sanciones contra Venezuela si Maduro acepta mantener «libre y justo» elecciones.
Según Reuters, una delegación del autoproclamado gobierno sustituto de Guaidó viaja actualmente a las capitales europeas y estadounidenses para presentar su plan de salvación a sus aliados. El grupo llegó a Washington, DC, el lunes y partirá el viernes.
Guaidó fue presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, que fue despojada del poder en 2017 después de que se negó a reconocer la autoridad de la Asamblea Constituyente formada para redactar una nueva constitución.
Se declaró presidente interino del país en enero de 2019, alegando que la reelección de Maduro el año anterior había sido ilegítima. Guaidó fue reconocido de inmediato por Estados Unidos y varias naciones de Europa occidental, pero no por la mayoría de las naciones del mundo y no por los venezolanos, pocos de los cuales habían oído hablar del político. Después de varios intentos de golpes de estado, el movimiento marginal de Guaidó se evaporó y persiste con poco más que los activos que le dieron los EE. UU. Y otras naciones de apoyo, como el Reino Unido.
En diciembre de 2020 se llevaron a cabo nuevas elecciones a la Asamblea Nacional , en las que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de Maduro obtuvo la mayoría.
Aunque muchos de los partidos de oposición que alguna vez se aliaron con Guaidó optaron por participar en las elecciones, obteniendo 21 de los 277 escaños. Los otros 253 los ganó el PSUV y otros ocho partidos aliados con él. Sin embargo, Guaidó y varios partidos de oposición boicotearon las elecciones, alegando que eran ilegítimas, y varios días después celebraron sus propias elecciones simuladas en las que afirmaron que habían votado millones.
Los apoyos internos y eternos para el plan de salvación propuesto, siguen sin afectar la posición del gobierno bolivariano, que espera poder negociar con Estados Unidos el levantamiento de las sanciones y su continuidad en el poder.