Era 25 de diciembre, ya es la navidad en Venezuela. Esta fecha en la que la mayoría ha llegado cuesta arriba para celebrar la tradición y cumplir los deseos expresados por los niños en la carta al niño Jesús, Papá Noel o Santa Claus.
«El venezolano a todo se adapta», expresa Martha, maestra de preescolar y madre de dos pequeños. La docente, que trabaja en un colegio privado y en sus palabras: «mato todos los tigres que puedo», también hace repostería por encargo y manualidades entre las que destacan accesorios para el cabello de las niñas.
Esta maestra es un ejemplo de muchas personas, que al ver devaluado su sueldo busca otras formas de cubrir las necesidades de su hogar. «Desde marzo estoy ahorrando y planificando para comprar la ropa y el regalo de navidad de mis niños», afirma mientras recuerda otros tiempos en los que gracias a su trabajo los venezolanos vestían a la familia, compraban regalos y todo lo relacionado con la cena de navidad y año nuevo. «Ahora, ni para hacer el mercado básico alcanza el salario», lamenta.
Martha, quien actualmente tiene 34 años pertenece a la última generación de niños venezolanos cuya infancia transcurrió antes de la llegada del chavismo y los valores del populismo bolivariano.
La navidad en Venezuela y el populismo
Esta mañana las redes sociales explotaron tras las imágenes de la entrega de juguetes por parte del gobierno bolivariano con la entrega de juguetes por parte del gobierno bolivariano.
La entrega de una variedad de juguetes, entre las que destacaban las figuras de acción de Nicolás Maduro y Cilia Flores, generó un gran impacto que fue reflejado de inmediato en redes sociales.
Parece una burla ante la inocencia de los niños, realizar un acto de populismo e idolatría que ofende la inteligencia y sensibilidad de muchos.
El populismo es una metodología que ha ido ganando terreno en los últimos años. Se caracteriza por centrarse en los intereses de la gente corriente y rechazar el statu quo. Esto ha sido especialmente evidente en Venezuela, donde el presidente Nicolás Maduro y su esposa Cilia Flores han usado el populismo a su favor.
El régimen de Maduro regaló juguetes a los niños durante la Navidad. Un gesto populista de manual, hecho con mal gusto y desdén por la dignidad de los venezolanos.
Lejos de la idea de que Venezuela se está arreglando, parece que lo que ocurre es que se está conformando con una situación en la que no hay representación ni quien trabaje por el desarrollo del país.