Un petrolero iraní cargado de gasolina ha zarpado hacia Venezuela, informa Reuters, citando datos de seguimiento de buques cisterna. La carga debería ayudar a aliviar la creciente escasez de gasolina en el país sudamericano afectado por las sanciones.
El Clavel, un camión cisterna medio, cargado en marzo en el puerto iraní de Bandar Abbas, y esta semana pasó por el Canal de Suez, mostraron los datos.
TankerTrackers.com cofundador Samir Madani confirmó los datos a Oilprice.com, señalando que había varios buques en ruta de Irán a Venezuela, con la carga total o en su mayoría gasolina.
Venezuela está en manos de una importante escasez de gasolina, ya que las refinerías no pueden operar a tasas de ejecución superiores al 10 por ciento debido a la escasez de diluyentes necesarios para la producción de combustibles, así como a una necesidad urgente de reparaciones.
Irán, un compañero objetivo de las sanciones estadounidenses, envió el mes pasado a Venezuela dos cargas de aviones de equipo y productos químicos necesarios para la producción de gasolina, ya que acordó ayudar a Caracas a reiniciar una refinería, con una capacidad de 310.000 bpd. En ese momento, fuentes dijeron a la AP que 14 vuelos más estaban programados para llegar de Irán a Venezuela, algunos de ellos llevando técnicos de refinería.
Venezuela, según un informe de Bloomberg, estaba pagando a Irán por su ayuda con la refinería en oro, con nueve toneladas de metal precioso ya transferida a Irán. El embajador iraní en Venezuela desestimó el informe como un «rumor infundado».
Sea cual sea el intercambio financiero que esté ocurriendo, Venezuela necesita ayuda con sus refinerías. Los problemas con su suministro de gasolina comenzaron a surgir a principios de este año a medida que los Estados Unidos continuaron apretando la soga de la sanción alrededor del cuello de Caracas. En un momento dado, un grupo de empresas privadas incluso pidió al gobierno que permitiera las importaciones de gasolina para aliviar el dolor causado por el estado de la red de refinerías del país y la suspensión de las importaciones de gasolina de los Estados Unidos.
De acuerdo con la legislación nacional, el Estado venezolano es la única parte que puede vender gasolina en el mercado local.
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