Jubilados y pensionados protestaron hoy en Caracas para denunciar la política de «exterminio» del gobierno de Nicolás Maduro, y reclamar pensiones «dignas» que les permita al menos cubrir la canasta básica como lo establece el artículo 91 de la Constitución.
Los adultos mayores bajo la intensa lluvia, y con paraguas en manos, se concentraron, frente a la sede del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) y marcharon hasta la Vicepresidencia de la República, en pleno centro de Caracas, muy cerca del Palacio de Miraflores, sede del Poder Ejecutivo, y lugar de trabajo del líder socialista.
Edgar Silva, del Comité de Jubilados y Pensionados, repudió que desde el 2013 en adelante los pensionados están padeciendo «los rigores de un salario mínimo y una pensión miserable».
«Se nos están muriendo por inacción y por falta de medicinas. Nuestros pensionados no pueden vivir con 130 bolívares que significó en marzo cuando se dio el aumento salarial 30 dólares mensuales y un dólar diario, todavía estamos en pobreza extrema por debajo de la línea internacional, pero que hoy significa 16 dólares al mes, 0,5 dólares diarios», explicó.
Además, afirmó que «para un pensionado es una situación muy fuerte atender la alimentación y las medicinas debe tomar, cuando el gobierno de manera irresponsable e ilegal ancló las pensiones al monto del salario mínimo, cuando deben ser cuantificadas por las cotizaciones del trabajador y el salario que devengó como activo».
«El gobierno está aplicando una política de exterminio, eso está calificado en el Estatuto de Roma, en el artículo 7 literal B, como un exterminio por privación de alimentos y medicinas. Es un ataque sistemático e intencional con esta población adulta mayor muy vulnerable», enfatizó.
Advirtió que «ni la lluvia va a parar nuestra lucha», y precisó que una comisión entregó en la Vicepresidencia el pliego de peticiones, en el que exigen, aumento de la pensión de acuerdo con el artículo 91 de la constitución, que reza que «todo trabajador tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir las necesidades básicas».
«Pedimos un incremento progresivo que puede tener un punto de partida de 100 dólares hasta llegar al monto de la canasta básica familiar que está alrededor de los 700 dólares», expresó.
Asimismo, indicó que «solicitaron el pago de las pensiones de los venezolanos en el exterior que tienen 7 años que el gobierno las suspendió, la restitución de la salud integral que debe dar el Seguro Social a todos los asegurados y en especial a los pensionados, y que se restablezca la comisión de alto nivel, que funcionó del 1999 al 2007, donde resolvimos los problemas de los pensionados».
«Con Maduro ha sido imposible reunirnos. En la vicepresidencia se mostraron interesados en abrir un camino para que nuestros reclamos sean escuchados y buscar una salida», afirmó.
Sin embargo, denunció que el gobierno «está desconociendo las recomendaciones que hizo la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en relación con la colocación y el monto del salario mínimo y la persecución de los dirigentes gremiales y sindicales».
«Después que se fue la OIT vino una razia y se llevaron a 8 dirigentes sindicales que están presos y en relación con la colocación del salario mínimo lo está haciendo unilateralmente y tiene que ser en comisión tripartida», apuntó.
La protesta, según los organizadores, se replicó en otras ciudades, pero al frente de las Inspectorías del Trabajo, donde los jubilados y pensionaos alzaron sus voces para reclamar salario y pensiones dignas, y prometieron «luchar hasta vencer».
Durante el pasado mes de agosto, la canasta básica de alimentos, tuvo un costo de 459 dólares, lo que implicó que una familia necesitó 15,30 dólares diarios para adquirirla, toda vez que el salario mínimo, de 130 bolívares, representó unos 18,78 dólares mensuales ese mes, según cifras del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros.
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