A dos semanas de los comicios regionales y municipales del 21 N de este mes, partidos políticos y candidatos, tanto opositores como chavistas, redoblan sus esfuerzos por incentivar el voto del venezolano que, «apático» y «cansado» del acontecer político, no tiene expectativas de que las elecciones logren cambiar la realidad del país.
«Si asumimos la responsabilidad que nos compete y dejamos de lado el argumento que es culpa de los partidos o que los políticos son los que tienen que resolver y comprendemos que votar es un derecho pudiéramos tener el 21 N un plebiscito contra el peor gobierno que hemos tenido», enfatizó Felipe Mujica, secretario general del Movimiento al Socialismo (MAS), en rueda de prensa en Caracas.
Asimismo, afirmó que en los comicios se podría tener la oportunidad «de rescatar el voto como instrumento de lucha para lograr los cambios pacíficos, democráticos y de forma constitucional que requiere la ciudadanía».
«Queremos hacer un llamado a que participen los ciudadanos, a que se produzca la realidad de rescatar el voto, y que el campo opositor cese sus equivocaciones y egoísmo y pueda producir decisiones útiles para cada uno de los estados», expresó.
Asimismo, Jhoender Jiménez, dirigente de Voluntad Popular llamó a «la rebelión del voto», pese a que Leopoldo López, líder del partido, mantiene una posición en contra de la participación a las llamadas «megaelecciones».
«Estamos convocando a los venezolanos a la rebelión del voto. Que sea el voto el símbolo más importante el 21 de noviembre (21 N)», afirmó Jiménez en conferencia de prensa.
Destacó que el día de los comicios «no será una fiesta sino una ocasión para movilizarnos y protestar». «La persona que no tiene los servicios públicos básicos, que no consigue transporte público, que no logra conectarse a internet, tiene que trasladar su molestia a través del voto», pidió.
Y es que resolver los deficientes servicios públicos, como la escasez de agua, la falta de transporte, y el gas doméstico son las principales promesas de los candidatos a las 23 gobernaciones y 335 alcaldías que están en disputa.
Estos comicios marcan el regreso del grueso de la oposición -incluido el sector que lidera Juan Guaidó, jefe del Parlamento del 2015 y reconocido por varios países como presidente encargado- tras pedir la abstención en las presidenciales de 2018, donde Nicolás Maduro obtuvo la reelección, y las parlamentarias de 2020, en las que el chavismo obtuvo mayoría.
Sin embargo para muchos, como Renzo Castro, de 36 años, el hecho de que «no hay garantías electorales, y la oposición no va unida» son motivos para «no votar».
«A ellos no les interesa el país, por Caracas hay como cinco candidatos y que, de la oposición, es imposible que así ganen. ¿Votar para qué? Si yo no trabajo, no como», dijo.
Igualmente Ana Sosa, de 45 años, opinó que «esos comicios, son más de lo mismo, y así los candidatos de la oposición ganaran, vamos a seguir igualitos, con Maduro y su desgobierno».
Francisco Virtuoso, rector de la Universidad Católica Andrés Bello, advirtió que «ir con una oposición dividida en varios estados o municipios no favorece la opción de cambio» que reclama el país.
Resaltó que esta «es la semana de tomar la decisión, de unificarse en esos estados donde la oposición va divida», toda vez hasta esta semana se pueden hacer los cambio ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).
«El riesgo es mayor que perder el voto, es perder la constitución política de la ciudadanía. El cambio en esta sociedad depende de la reinstitucionalización democrática en el país», advirtió durante el foro «Votar o no votar» realizado en la casa de estudios. En tanto los candidatos del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) avanzan en sus campañas, apoyados no solo en viejos liderazgos del chavismo, sino que además alistan el mecanismo conocido como el «1×10» para aceitar su maquinaria electoral y garantizar la participación de toda su militancia en los comicios.
Más de 21 millones de venezolanos están habilitados para acudir a las urnas en estas elecciones que contarán con observación de la Unión Europea, y del Centro Carter, entre otros.