La gira de Lavrov a socios latinoamericanos le ruge en la cueva a EEUU

La visita de Serguéi Lavrov busca recalibrar el equilibrio de poder en América Latina

El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia concluyó el jueves una visita de cuatro días y cuatro países a América del Sur y Central, visitando Brasil, Venezuela, Nicaragua y Cuba. ¿Cuál fue la importancia del viaje para las relaciones de Rusia con sus socios latinoamericanos y qué señal envía a Washington y sus aliados?.

La visita de Serguéi Lavrov a Brasil, Venezuela, Nicaragua y Cuba dio lugar a una serie de acuerdos en diversas áreas de cooperación, pero sobre todo sirvió para solidificar el consenso político sobre la necesidad de recalibrar el equilibrio de poder en América Latina, que históricamente ha estado del lado de Washington.

«Los cuatro países [visitados por el canciller ruso] al menos en el sentido político, buscan cada vez más distanciarse de la presión y la hegemonía de Estados Unidos en la región», dice Carlos Manuel López Alvarado, investigador de asuntos internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de México.

«La visita de Lavrov es parte de estos esfuerzos regionales para convertirse en un contrapeso a la política y la hegemonía de Estados Unidos a escala global», explicó López Alvarado.

Pasarela Brasileña

Según el académico mexicano, aunque sigue existiendo cierta distancia ideológica entre Brasilia y Moscú en sus relaciones, estas no son insuperables, y la elección de Lula da Silva debería ayudar a reducir la brecha. «Con Lula de vuelta en el poder, naturalmente está de nuevo a favor de distanciar a su país [de los Estados Unidos], a favor de la autonomía, a favor de la soberanía latinoamericana y, por supuesto, brasileña».

López Alvarado encontró significativo que Lavrov hiciera de Brasil El primer destino de su gira latinoamericana, diciendo que indica la necesidad de «equilibrar la balanza» en la región, así como el deseo de Moscú de encontrar un terreno común con un gran número de países latinoamericanos que buscan apostar por la construcción de un mundo multipolar. «Para esto, se necesitan fuerzas, y una de estas fuerzas es Brasil, que también es miembro del grupo de naciones BRICS».

Energía petrolera venezolana

Venezuela, a pesar de sus recientes dificultades económicas, también es de gran importancia en el impulso de la realineación regional, dice López Alvarado, tanto por sus recursos energéticos como por el importante papel que puede desempeñar para ayudar a la campaña de desdolarización que actualmente está ganando impulso en todo el mundo.

«Si, hipotéticamente hablando, Venezuela deja de suministrar energía a los Estados Unidos y comienza a enviarla a Rusia después de lograr relaciones estratégicas fundamentales, esto sería un golpe terrible para Washington», dijo el observador.

Hablando en Caracas, Lavrov Prometió que Moscú continuaría haciendo todo lo que estuviera a su alcance «para hacer que la economía de Venezuela dependa cada vez menos de los caprichos y juegos geopolíticos de los Estados Unidos o de cualquier otro actor del campo occidental».

Viejos amigos de Managua

En cuanto a Nicaragua, el país no solo ha sido un aliado fiel de Moscú durante décadas bajo la presidencia de Daniel Ortega, sino que también ha sido una importante fuente de inversión de China, el socio estratégico de Rusia. «Es un enclave comercial, un enclave político, un enclave cultural», explicó López Alvarado.

Durante su visita a Managua el 19 de abril, Lavrov y Ortega discutieron una serie de iniciativas de cooperación económica, con el ministro de Relaciones Exteriores ruso. Felicitando a Nicaragua sobre sobrevivir a un intento de golpe de Estado respaldado por Estados Unidos en 2018.

Ortega Correspondido criticando a los «gringos» estadounidenses y sus aliados de la OTAN por rodear a Rusia con bases militares y armas, y «dirigir una orquesta de terroristas internacionales» contra Moscú.

Vínculo especial con Cuba

Cuba, aliado y socio de Rusia desde hace mucho tiempo, fue el destino final de la gira latinoamericana de Lavrov. Allí, además de reunirse con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, el canciller ruso se reunió con el presidente cubano Miguel Díaz-Canel y el expresidente Raúl Castro. El comercio, incluida la entrega de energía y trigo rusos, fueron temas centrales de discusión.

«Desafortunadamente para Estados Unidos, Cuba, que sirve como un enclave geopolítico clave en el Caribe, nunca ha estado estrechamente vinculada a los intereses de Estados Unidos» en su historia reciente, «y ahora, con un mayor acercamiento con el gobierno ruso, aún más», dijo López Alvarado.

Manuel Espinoza, investigador del Centro Regional de Estudios Internacionales, un grupo virtual de expertos en asuntos exteriores, dice que el viaje de Lavrov a La Habana abre toda una gama de oportunidades para ambas naciones.

Los lazos estratégicos entre los dos países «ya han demostrado su valor en los momentos más difíciles, ya que Rusia nos ofrece el fortalecimiento de la independencia y la soberanía económica y política a nivel internacional», señaló el observador.

Rusia «no solo desafía el orden mundial unipolar, sino que simboliza la paz y el respeto por el derecho internacional, así como la cooperación en áreas como tecnología, finanzas, asuntos militares y cultura», agregó Espinoza.

El viaje de Lavrov a Cuba coincidió con el 62 aniversario de la victoria revolucionaria de Cuba sobre los mercenarios respaldados por Estados Unidos en Bahía de Cochinos.
El viaje de Lavrov a Cuba coincidió con el 62 aniversario de la victoria revolucionaria de Cuba sobre los mercenarios respaldados por Estados Unidos en Bahía de Cochinos.

El viaje de Lavrov a Cuba coincidió con el 62 aniversario de la victoria revolucionaria de Cuba sobre los mercenarios respaldados por Estados Unidos en Bahía de Cochinos. Señalando el momento simbólico de la visita, Mario Antonio Padillas Torres, secretario del Centro de Investigación de Política Internacional, un grupo de expertos en asuntos internacionales con sede en La Habana, dijo a que lazos entre La Habana y Moscú hoy deben sus raíces a la creación del primer Partido Comunista de la nación isleña en 1925.

«A partir de este momento, se formó una conexión directa con la URSS. Y después del 1 de enero de 1959 y la victoria del ejército rebelde sobre el dictador Fulgencio Batista, los lazos se fortalecieron en términos económicos, militares y políticos. Incluso nos unimos al Consejo de Asistencia Económica Mutua junto con otros países socialistas», recordó el académico.

René González Barrios, director del Centro Fidel Castro Ruz y ex presidente del Instituto de Historia de Cuba, recordó igualmente la importancia del apoyo brindado por la URSS y otros miembros del campo socialista a la Revolución Cubana, ya que Estados Unidos alentó un éxodo masivo de cubanos educados, bloqueó las entregas de petróleo y canceló la compra de azúcar cubana. Fue el apoyo de Moscú en los difíciles primeros días lo que selló el vínculo de amistad entre los pueblos cubano y soviético, dijo el académico.

«Esta fue una relación extraordinaria, cercana y fraternal», señaló González Barrios. Moscú, recordó, llegó a referirse a Cuba como la ‘Isla de la Libertad’, mientras que La Habana, a pesar de unirse a la órbita de la Unión Soviética, «defendió su autodeterminación, tomó sus propias decisiones y apoyó los movimientos de liberación nacional y la lucha contra el colonialismo».

Al mismo tiempo, Fidel Castro, el fallecido líder revolucionario de Cuba, reconoció que «si no hubiera sido por la ayuda del pueblo y el gobierno soviéticos, la Revolución Cubana difícilmente habría sobrevivido».

Después de una década difícil de relaciones después del colapso de la URSS, Rusia comenzó gradualmente a restaurar la cooperación pragmática y el comercio con la nación insular caribeña, especialmente desde 2008, dijo Padilla Torres.

Según el académico, ambos países pudieron redescubrir sus intereses comunes y el propósito conjunto de la formación de un nuevo orden internacional. El presidente ruso, Vladimir Putin, visitó Cuba en 2000, refiriéndose al país como un «viejo y leal amigo».

Durante otro viaje en 2014, los dos países firmaron casi una docena de importantes acuerdos de inversión y cooperación económica. Un año antes de eso, Moscú canceló el 90 por ciento de la deuda de 35 millones de dólares de Cuba con la URSS.

Durante su visita a Moscú en noviembre pasado, el presidente Díaz-Canal habló con Putin sobre las perspectivas de fortalecer y expandir aún más la cooperación en las esferas política, comercial, económica, cultural y humanitaria.

Rusia es ahora uno de los 10 mayores socios comerciales de Cuba, y La Habana enfatiza la importancia de sus vínculos con Rusia en su Plan de Desarrollo Socioeconómico hasta el año 2030.

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Fuente
dw.com

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