La lucha de los venezolanos no es sólo con el coronavirus, la situación que el país atraviesa es mucho más complicada, dado el estado de deterioro en el que la pandemia alcanzó no solo a los que aquí habitan, sino a los que integran la diáspora.
Actualmente Venezuela no cuenta con una infraestructura sólida que permita encarar los retos de una pandemia, tal como está planteada actualmente.
A pesar de la información desplegada, las normas establecidas y el riesgo país. El sistema sanitario, ya colapsado, no está en la condición mínima operativa.
Los médicos y demás integrantes del sistema sanitario se han quejado de la falta de apoyo para poder realizar su trabajo. No hay gasolina para movilizarse, no cuentan con equipos y material para trabajar de manera segura.
No tienen acceso a mascarillas, batas, guantes o jabón para defenderse de virus y bacterias. Los hospitales públicos y privados tiene poca o ninguna dotación de agua. Caso aparte es el acceso a implementos básicos para la atención a pacientes, como inyectadoras, alcohol, algodón, gasas, entre muchos otros.
La falta de gasolina, también es un elemento que ralentiza la dotación de alimentos, agua potable vía camiones cisterna, entre otros productos básicos.
Nicolás Maduro afirmó: “Somos el primer país en declarar una cuarentena general en Latinoamérica con un acatamiento del 90% de la población… La cuarentena venezolana es vista en el mundo como un ejemplo. No hay otra solución para esta pavorosa pandemia”
El detalle está en que ya la movilidad humana interna en el país estaba ralentizada, por la situación país.
La lucha de los venezolanos en el exterior
En el caso de los venezolanos en el exterior, ya expuestos a situaciones de vulnerabilidad severas, éstas se exponencian, ya que muchos trabajan de manera informal y el cierre de la actividad comercial, les impide ganar el sustento para dar techo y comida a sus familiares y a sí mosmos.
Muchos venezolanos en colombia han sido expulsados de sus residencias, ya que no pueden pagar los arriendos, que en muchos casos son diarios.
Otros tantos han decidido volver al país, sintiéndose derrotados y exponiendo inclusive sus vidas y la de sus familias en el intento de retorno.
Ya era fuerte su situación, de ciudadanos de segunda, sin acceso a seguridad social e inclusive a tener hijos apátridas, pero esta tragedia humana de la pandemia del Covid-19 aceleró toda esta debacle.
Muchos de los 1,6 millones de venezolanos en el vecino país no pueden acceder a la ayuda. Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, casi el 60% de los venezolanos en Colombia no se han registrado con el gobierno y, por lo tanto, no pueden acceder a servicios vitales.
Así también ocurre en países como Perú y Ecuador, donde hay una numerosa presencia de venezolanos migrantes y desplazados.
Los venezolanos no cesan en su lucha por la supervivencia, así las cosas, todavía falta un largo camino por recorrer hasta llegar al final de la pandemia.