Ante la escasa y muy polémica información acerca de las vacunas, la expectativa sobre cuál es la mejor opción entre las que están en el mercado se ha convertido en la pregunta obligada.
Los intereses económicos y políticos que han rodeado el trabajo científico han enturbiado el panorama, impidiendo que las decisiones sobre la utilización de determinada vacuna sean tomadas desde el mejor punto de vista y el bienestar de la población.
Esta situación ha derivado a la búsqueda de opiniones serias en la comunidad médica, que también se enfrenta a la novedad de la situación y al grave escenario planteado por la pandemia del Covid-19.
El médico mexicano especialista en medicina interna Octavio Arroyo, mediante su canal de YouTube, ha esbozado un análisis basado en la información, explicando en detalle las características de algunas de las vacunas que ya están disponibles.
En el caso de México, hasta el día 21 de febrero en 2021 están autorizadas para el uso cinco vacunas, entre ellas La de Pfizer biontech, Astrazéneca de Oxford, Sputnik, Cansino y Sinovac. Claro está que existen otras fórmulas que se están utilizando alrededor del mundo tales como moderna, Novovax o la de Johnson y Johnson. En base a esas 5, plantea el análisis.
Explica que una vacuna es un producto biológico destinado a producir inmunidad para tener protección
contra futuras enfermedades infecciosas ya sea por virus o bacterias. Indica también que las vacunas generan inmunidad en el organismo esencialmente por los antígenos, los cuales son sustancias que al introducirse en el cuerpo inducen en este una respuesta inmune que provoca la formación de anticuerpos. «Gracias a este antígeno las vacunas literalmente hacen que nuestro sistema inmune aprenda la estructura de el virus o bacteria en cuestión, es decir que reconozca sus características enseñando al sistema inmune el comportamiento del virus antes de que este infecte a la persona con el fin de que esté preparado para el ataque».
Respecto a la vacuna Biontec explica que según su ensayo clínico publicado en el New England el pasado
31 de diciembre, tiene una eficacia para evitar enfermedad leve del 95% y confiere una protección del 100
por ciento contra hospitalización o muerte esto se logra con un régimen de dos dosis aplicándose la primer dosis en el día 1 y la segunda dosis en el día 21.
En el caso del biológico de moderna, narra que en su ensayo publicado el pasado 4 de febrero, dice que ofrece
una eficacia del 94.1 % para generar una enfermedad leve y 100% para evitar hospitalización o muerte. La vacuna debe aplicarse en dos dosis.
El método de las vacunas mencionadas es de tipo ARN mensajero, que ofrece al organismo instrucciones para producir la proteína del pico, necesaria para que el virus entre en las células del cuerpo. Cuando a una persona se le administra la vacuna, algunas de sus células ‘leen’ las instrucciones del ARNm y, temporalmente, produce dicha proteína.
Tras ello, el sistema inmunitario de la persona reconoce la proteína como desconocida y produce anticuerpos y leucocitos para atacarla. “Si, de ahí en adelante, la persona entra en contacto con el virus del SARS-CoV-2, su sistema inmunitario lo reconocerá y estará preparado para defender el cuerpo de ello”, afirmó el experto.
En cambio, las vacunas de vectores virales, como la Sputnik V, Astrazéneca y Cansino, contienen una versión modificada de otro virus (el vector) para darles instrucciones importantes a nuestras células. Para las vacunas de vectores virales contra el COVID-19, el vector (no el virus que causa el COVID-19, sino otro virus, menos nocivo) ingresa a una célula dentro de nuestro organismo y usa la maquinaria celular para producir una porción inocua del virus que causa el COVID-19. Esta porción se conoce como proteína Spike y solo está presente en la superficie del virus que causa el COVID-19.
El virus es reconocido por el sistema inmune y con ello producen anticuerpos, el detalle con estas
vacunas es que el adenovirus es un virus que frecuentemente nos infecta cada año y por lo tanto el sistema
inmune lo puede reconocer inmediatamente y destruirlo antes de cumplir su misión que es la de producir anticuerpos. Ejemplos de estas vacunas de vectores son las de Astrazéneca y Cancino.
Las cualidades de almacenamiento y refrigeración también son un factor a considerar, explica el médico, quien también asegura que si una persona padece condiciones crónicas como la diabetes, hipertensión, se debe aplicar la vacuna.
En conclusión, el doctor explica que todas estas vacunas son viables y pueden ser suministradas. «La mejor vacuna es la que te toque», afirma.
La lucha contra esta pandemia sólo puede ganarse logrando la inmunidad de rebaño, que se alcanzará cuando toda la población sea vacunada.