La OTAN señala a Rusia como su amenaza más directa

La OTAN aprobó hoy en la cumbre de Madrid su hoja de ruta para la próxima década en la que señala a Rusia como su amenaza «más directa», incluye por primera vez la región del Sahel como foco de inseguridad y acusa a China de desafiar su seguridad.

«La Federación rusa es la amenaza más importante y directa para la seguridad de los aliados y para la paz y la estabilidad en la zona euroatlántica», señaló el Concepto Estratégico aprobado en la cumbre de la OTAN, que servirá de base para la próxima década.

Sustituye al de 2010, en el que los aliados consideraban a Rusia un socio estratégico. «Ha sido Rusia la que se ha salido», dijo el Secretario General de la Alianza Atlántica, Jens Stontenberg, que apuntó que «la guerra no empezó en febrero en Ucrania, sino cuando Rusia se anexionó Crimea en 2014″.

Moscú «busca establecer esferas de influencia y control directo mediante la coerción, la subversión, la agresión y la anexión» y utiliza además «medios convencionales, cibernéticos e híbridos contra nosotros y nuestros socios», añade el documento.

Su objetivo, señala, «es desestabilizar a los países del este y del sur». En este sentido, la Alianza Atlántica incluyó por primera vez, tal como pedía España, a la región del Sahel como una zona que «afecta directamente» a la seguridad de los aliados.

Considera al Sahel, junto con Oriente Medio y el norte de Africa como un terreno fértil para «la proliferación de grupos armados, incluidas organizaciones terroristas».

De China, al que en 2010 no se mencionaba, se destaca que sus «ambiciones declaradas y las políticas coercitivas» desafían los intereses, seguridad y valores de la Alianza.

China -apuntó Stoltenberg- «no es un adversario», pero hay que tener en cuenta las «consecuencias» para la seguridad aliada cuando el país asiático invierte en nuevas capacidades militares.

Como señal hacia Pekin, la OTAN estrechó lazos con los socios del Pacífico como Japón, Nueva Zelanda, Australia y Corea del Sur, países presentes en la cumbre y con los que la Alianza pretende profundizar la relación.

En la cumbre, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, pidió hoy a los aliados que ayuden a «Ucrania a poner fin a esta guerra en el campo de batalla ahora» con más armamento.

En una intervención por videoconferencia Zelenski advirtió de que «el año que viene la situación podrá ser peor no solo para Ucrania, sino también para otros países, posiblemente miembros de la OTAN, si son atacados por Rusia». La cuestión, añadió, «es quién es el siguiente para Rusia después de Urania».

El presidente ucraniano pidió «ayuda financiera», que cifró en 5.000 millones para defenderse de la agresión de Rusia, y «también con armas».

Señaló que «nos interesa la ausencia de zonas grises y territorios de guerra total, donde no quedan más que ruinas», afirmó.

La OTAN aprobó un paquete de ayuda integral para Ucrania que incluye comunicaciones de seguridad, combustible, suministros médicos, equipamiento para lidiar con minas y alianzas químicas y drones.
Stoltenberg contestó a Zelenski que Ucrania «puede contar con nosotros todo el tiempo que quiera».

Los aliados, añadió, van a seguir proporcionando ayuda militar y financiera» a Ucrania. Estados Unidos, por su parte, anunció que reforzará su presencia militar en Polonia, Rumanía, España, Italia, Reino Unido y Alemania, además de la región báltica, y establecerá por primera vez una presencia permanente en Polonia.

Además, la OTAN aprobó elevar de 40.000 a 300.000 los soldados de despliegue inmediato. Para todo ello, los aliados son llamados a dedicar al menos el 2% de su Producto Interior Bruto (PIB) al gasto militar, objetivo que todavía muchos no cumplen.

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