Luiz Inácio Lula da Silva se retiró el pasado martes de la carrera presidencial en Brasil dando paso a su copartidario, Fernando Haddad, de cara a las elecciones del próximo mes en el país sudamericano.
La notificación fue hecha por la senadora Gleisi Hoffmann, jefa del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).
Hoffmann leyó una carta de Lula, en la que el ex mandatario expresaba: “Un hombre puede ser injustamente encarcelado, pero no sus ideas”.
En la misiva también dijo “Somos millones de Lulas y desde hoy Fernando Haddad será Lula para millones de brasileños”.
Lula, quien fue presidente del Brasil entre 2003 y 2010, está inhabilitado para ser candidato debido a la ley brasileña “Ficha Limpia”, en la que se prohíbe la postulación a cualquier cargo público a aquellas personas que tienen condenas que han sido confirmadas tras una apelación.
El apoyo popular con el que cuenta el ex presidente, se ha revertido en Haddad, quien fue alcalde de Sao Paulo. Sin embargo, el candidatos de 55 años, está en tercer lugar según los sondeos de opinión.
Debido a esto, será necesario un respaldo total de Lula y su partido, de manera que pueda alcanzar los votos necesarios el próximo 7 de octubre y así alcanzar una probable segunda vuelta.
Según informa Reuters, las encuestas han demostrado que cerca de la mitad de la legión de seguidores de Lula probablemente votará por quien él nombre como su sucesor en la lista del PT.
La agencia noticiosa indica que la encuestadora Datafolha dijo que el candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro aumentó en 2 puntos porcentuales al 24 por ciento, un nivel menor del esperado tras el atentado que sufrió la semana pasada.
La citada encuesta publicada el pasado lunes proyectó que Bolsonaro perdería ante cada uno de los principales rivales en una probable segunda vuelta, con la excepción de Haddad, ubicando a ambos candidatos en un empate técnico.
El estratega de la correduría BGC Liquidez, Juliano Ferreira, dijo: “En pocas palabras: Bolsonaro parece tener asegurado un lugar en el balotaje”, sin embargo agregó: “Una vez allí, sus posibilidades de perder son altas, sea quien sea su rival”.
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