El presidente venezolano, Nicolás Maduro admitió su fracaso y que el bolívar no tenía respaldo real y que el esquema económico heredado por su gobierno no tenía soporte.
El pasado miércoles, el presidente Nicolás Maduro admitió la derrota de las políticas económicas que regían al país, indicando que con la reconversión y el sueldo mínimo anclado al Petro “conseguimos la fórmula mágica”.
Pasaron seis años de gestión para que finalmente el gobierno nacional reaccionase ante el deterioro profundo del país, que degeneró en la lamentable situación de escasez e hiperinflación que generó la diáspora más grande registrada en la historia de américa latina.
Seis años para admitir su fracaso
Maduro dijo que el salario mínimo anterior “no alcanzaba ni para 100g de queso”, declarando que que a duras penas con el subsidio económico del Estado, bonos a través del Carnet de la Patria, el venezolano podía sobrevivir el mes.
Indicaba en su alocución que hasta el momento, el bolívar no había tenido un respaldo real, aceptando que su gabinete ministerial y equipo económico no se habían informado, ni estudiado lo suficiente sobre materia fiscal; lo cual representa uno de los graves problemas generados con la inflación desenfrenada.
“Debemos lograr un equilibrio fiscal, hermanos, por favor, estudien el tema. Necesitamos un equilibrio fiscal en el país, un equilibrio presupuestario y que toda la moneda que se emita tenga respaldo real, en ingreso real, en divisas convertibles y en petro”, explicó Maduro.