En medio del creciente despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, el presidente venezolano Nicolás Maduro lanzó una advertencia directa: si Washington ejecuta una acción militar contra su gobierno, la respuesta será una “huelga general insurreccional” liderada por la clase trabajadora.
Durante una reunión con la cúpula del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y representantes juveniles del movimiento, Maduro aseguró que toda la actividad productiva del país se detendría hasta que el chavismo recupere el poder, en caso de un golpe o intervención externa.
“El pueblo se movilizará en defensa de la revolución desde el primer momento”, afirmó, al tiempo que evocó los hechos de abril de 2002, cuando Hugo Chávez fue restituido tras un breve derrocamiento. “Aquí no se moverá un alfiler hasta que llegue el 13 de abril”, dijo, en referencia a las movilizaciones populares de aquel entonces.
Contexto regional y tensiones con Washington.
Las declaraciones se producen mientras Estados Unidos mantiene una operación militar en aguas del Caribe, oficialmente orientada a combatir el narcotráfico. Maduro calificó estas maniobras como una “amenaza directa” contra su gobierno y reiteró que Venezuela no aceptará imposiciones externas.
“Nosotros estamos decididos a ser libres, en Venezuela y en América del Sur. Que el imperio diga lo que quiera, no impondrá su voluntad sobre los pueblos soberanos”, expresó.
El mandatario insistió en que el movimiento obrero está preparado para defender el proyecto político del chavismo y que cualquier intento de desestabilización será enfrentado con movilización popular.