La pandemia del Covid-19 profundizó la crisis en el sector salud que cerró con «un pronóstico grave» el primer semestre del año.
Hospitales colapsados, sin insumos médicos, fallas en los servicios básicos, infraestructura deteriorada, escasez de equipos de protección y precarios salarios dan cuenta de la grave situación en que se encuentra la red pública de salud tras la llegada hace año y medio del letal virus.
«Tenemos un gran déficit en nuestros centros de salud, sobre todo en los equipos de protección para los trabajadores, guantes, tapabocas», afirmó Pablo Zambrano, coordinador de salud en la Región Capital.
Zambrano declaró a los periodistas tras la presentación del informe semestral sobre la situación del sector que elaboró la ONG Monitor Salud.
Según el estudio, más de 700 trabajadores sanitarios han muerto a causa del Covid-19 «y la cifra continúa aumentando», mientras que 2.699 trabajadores se han contagiado con el letal virus que sigue sumando casos.
«En los hospitales centinelas hay una gran escasez del material de protección, además ese material se recicla, situación que no debe ser porque la labor de los trabajadores sanitarios es proteger a los ciudadanos que no solamente están afectados por el Covid-19 sino también por otras enfermedades que existen y que han sido descuidas en el país», expresó.
A su vez Mauro Zambrano, coordinador general de la ONG, precisó que la ocupación en los centros de salud sobrepasa 64% por hospitalización y 51% por terapia intensiva.
«En las Unidades de Cuidados Intensivos es mucho más complicada la situación porque la carga viral es mayor. No hay protección adecuada, trajes insuficientes. Y esto conlleva a las muertes de los trabajadores«, afirmó.
Asimismo, señaló que las morgues se han deteriorado y que solo en 20 de ellas funciona la refrigeración, por lo que, ante esa situación, los trabajadores deben manipular los cuerpos con más de 5 días de fallecidos.
«Los trabajadores no tenemos como protegernos porque además el salario no da ni siquiera para comprarnos un tapaboca. Ganamos 3 dólares al mes», lamentó.
Zambrano fustigó al gobierno porque a pesar de que ha pasado año y medio de la pandemia los hospitales siguen sin nada y los trabajadores con pésimos salarios.
«El personal de salud está haciendo frente no solo a la más cruenta de las crisis sanitarias que se haya experimentado en Venezuela, sino que está expuesto a las peores condiciones. El precio que se ha pagado por esta situación, ha sido el más alto: la vida», sentenció.
En este sentido cuestionó que en este fatídico escenario aún se sigue sin tener un plan de vacunación, y sin información transparente.
«Se vende la falsa idea que, al aplicar el candidato vacunal cubano, Abdala, se está inmunizando. Sin embargo, las vacunas que sí son tales, aún no llegan al país en cantidades suficientes», cuestionó.
En tanto Zenaida Figuera, presidenta del Sindicato Único Nacional de Empleados Públicos del Sector Salud, denunció que los hospitales «están en una situación lamentable y 90% de los equipos de diagnóstico (tomógrafos, resonadores, rayos x) inoperativos.
«En estos momentos tenemos 70% de los laboratorios de Bioanálisis sin funcionamiento. Sin laboratorio, no hay diagnóstico», advirtió.
Asimismo, rechazó que desde el 2016 no se emiten boletines epidemiológicos, por lo cual no se puede determinar el diagnóstico de los estados de salud y de las enfermedades de una población que se enfrenta a una serie de deficiencias.
El informe, que recopiló la data de 75 centros de salud, también destacó que 144 protestas por mejoras salariales y laborales ocurrieron en el primer semestre del año, y la criminalización del autodenominado gobierno «obrerista» que viola la libertad sindical, la libre asociación y la contratación colectiva.
«La lucha de los trabajadores del sector salud, es una lucha de todo el país, no solo están en riesgo las condiciones laborales, sino la vida y la salud de los venezolanos», concluyó el estudio.
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