Después de casi dos años, las autoridades venezolanas lograron esclarecer hoy el caso del profesor y líder revolucionario Carlos Lanz, calificado como «el cangrejo de la década», y cuya desaparición en agosto de 2020 conmocionó a la opinión pública.
Tarek William Saab, fiscal general designado por la extinta constituyente comunal, confirmó que Lanz, de 74 años, fue secuestrado por presuntos sicarios y asesinado «con dos tiros en la sien» por orden de su esposa en una finca ubicada en el estado Cojedes, al centro oeste de Venezuela.
«Estamos hablando de un hecho punible, aterrador, con visos escalofriantes, el secuestro inicialmente por sicarios, la desaparición porque fue así, y finalmente el asesinato a través de arma de fuego del líder revolucionario, profesor de larga trayectoria, muy querido Carlos Lanz», dijo en rueda de prensa en la sede del Ministerio Público en Caracas.
El fiscal dio detalles de la «espeluznante trama que mezcla como una especie de coctel de la muerte, del terror, múltiples móviles criminales donde inclusive se le intentó dar hasta visos de que hubiese sido un móvil político».
«No fue un móvil político, no fue un móvil pasional. Este hecho fue tan preparado por sus autores intelectuales y materiales, tan minuciosamente organizado que tuvieron incluso la cortada perfecta para el crimen perfecto. Sin embargo, nosotros decimos que no existe tal cosa», afirmó.
En este sentido, informó de la detención de 13 personas vinculadas con el «abominable crimen» en el que la «sobre confianza» de los autores materiales desencadenó todo el esclarecimiento del lamentable hecho.
Precisó que por el caso se giraron siete órdenes de aprehensión, entre ellas, contra Maxiorisol Cumare (Mayi Cumare), esposa de Lanz, y coautora del hecho, imputada por los cargos de sicariato, asociación para delinquir, corrupción y simulación de hecho punible.
Asimismo, contra Glen Castellanos, amante de Cumare, coautor y delator, imputado por sicariato, asociación para delinquir, corrupción y simulación de hecho punible, y Tito Viloria, coautor del crimen, y quien sacó a Lanz el 8 de agosto de 2020 de su casa de Maracay, estado Aragua, con la excusa de una supuesta reunión con milicianos que nunca se realizó, acusado de sicariato, asociación para delinquir, simulación de hecho punible y concierto para celebración de contratos.
«Las investigaciones no terminan y tampoco descarto que se materialicen nuevas detenciones», advirtió.
El fiscal explicó que, durante la investigación, se determinó que Maryuri Acevedo, trabajadora doméstica, cambió su residencia tras 20 años de trabajo en la casa de Lanz, lo cual llamó la atención de los investigadores y fiscales.
Dijo que, tras ser entrevistada, Acevedo reportó una situación de hostilidad, entre Carlos y su esposa, e identificó a 2 parejas extramatrimoniales de Cumare; de nombres Oliver Medina y Glenn Castellanos, este último tras ser interrogado, aportó la información que dio el giro definitivo a la investigación.
«Glen Castellanos, amante de Cumare, en su delación afirmó que tres meses antes de la desaparición de Lanz, Cumare le pidió desaparecer a Carlos, para lo que le aportó un pago de 8 mil dólares, que se discriminaron 5 mil dólares para un «Pran» en Tocorón y 2 sicarios, y para él como el facilitador, el contratador de estos asesinos, 3 mil dólares, en billetes de 50 y 100 dólares», manifestó.
El fiscal narró que Lanz fue secuestrado y posteriormente trasladado a la finca La Fortaleza, en el estado Cojedes, en donde «le propinaron dos disparos a quemarropa en la sien derecha», lo lanzan a una fosa cavada, y posteriormente, fue desmembrado y arrojado a nueve cerdos.
«Un desenlace no solo sorprendente sino cruel, escalofriante, espeluznante de este aberrante crimen que este grupo hamponil quiso presentar como una desaparición forzada atribuida al Estado venezolano», fustigó.
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