El presidente venezolano, Nicolás Maduro, y el ministro de Relaciones Exteriores iraní discutieron la necesidad de «vigilancia en la defensa de sus intereses nacionales contra las presiones externas», según un comunicado publicado el sábado.
La visita a Caracas del viernes del ministro de Relaciones Exteriores, Ossein Amir-Abdollahian, subrayó la fortaleza de una alianza entre dos países vistos como parias por gran parte de la comunidad internacional, ambos sujetos a sanciones de Estados Unidos.
Maduro recibió a Abdollahian el viernes por la noche en el palacio presidencial de Miraflores después de que el ministro iraní llegara de Managua, Nicaragua.
«Estoy seguro de que nuestras relaciones continuarán fortaleciéndose para intercambios tecnológicos, industriales, científicos y culturales que beneficien a ambos pueblos», escribió Maduro en Twitter, calificando la reunión de «productiva».
En una visita a Teherán en junio pasado, Maduro firmó un pacto de 20 años que, según dijo, abría «frentes importantes» para la cooperación en los sectores petrolero, petroquímico y de defensa.
El viernes, las dos partes «enfatizaron el fortalecimiento y monitoreo de proyectos y la aceleración de su implementación, así como la vigilancia en la defensa de sus intereses nacionales contra presiones externas», dijo un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní.
«Las partes también dieron la bienvenida al aumento de las relaciones y el intercambio de puntos de vista entre los funcionarios de los dos países», dijo.
Tanto Venezuela como Irán son productores de petróleo y miembros del cártel de la OPEP, lo que los coloca en medio de las discusiones internacionales sobre la crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania.
Desde entonces, Estados Unidos ha aliviado su embargo sobre el petróleo crudo venezolano, mientras que Francia ha pedido una diversificación de las fuentes de energía, incluida la de Caracas.
La creciente relación venezolano-iraní ha llevado a intercambios de equipos médicos, vehículos, tractores y más.
Y el gobierno de Maduro ha ofrecido cinco millones de hectáreas (12,4 millones de acres) para la inversión agrícola de países como Irán.