El Fiscal General de la República impuesto por la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, emprendió una cruzada por la decencia de la revolución. De esa labor sólo quedan muchas acusaciones y ninguna prueba.
Muchas acusaciones y ninguna Prueba, así va la cruzada de Tarek William Saab, contra la corrupción en Venezuela.
Todo llegó al punto de que no pudieron sino admitir el desastre de la gestión socialista en la administración de los recursos públicos de los venezolanos,
Más de dos años de investigación hasta la fecha han arrojado resultados escuálidos y de poca monta, mientras los grandes perpetradores están dándose una vida de lujos, mientras el grueso de los venezolanos están azotados por una devastadora crisis, que ha mermado su calidad de vida.
En 2018, Saab informó la captura de Adrián Velásquez Figueroa y Claudia Patricia Díaz Guillén, extesorera nacional y exsecretaria ejecutiva del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), cuyos casos aún no han sido cerrados judicialmente y por supuesto, los fondos sustraidos no han sido repatriados.
Tanto Velazquez como Díaz, allegados de Hugo Chávez Frías, fueron acusados por el Ministerio Público de legitimación de capitales y enriquecimiento ilícito. La pareja fue detenida en España.
En ese año también fue detenido Víctor Cruz Weffer, acusado por corrupción y enriquecimiento ilícito que datan del año 2000.
Uno de los señalados en medio de la cacería de brujas, es Eudomario Carruyo, exvicepresidente de Finanzas de Pdvsa y exdirector de Palmaven, Deltaven, Pdvsa Marina y Citgo, a quien hasta ahora no se le ha podido demostrar ningún cargo.
A Carruyo le acusan de registrar en las Islas Vírgenes Británicas la empresa Ozark Invesment Corp, con un capital de 50.000 dólares, gracias a las gestiones del bufete de abogados Mossack Fonseca.
Según las acusaciones, atribuidas a César Batiz. “En septiembre de 2005, Estados Unidos, el estudio jurídico panameño comenzó las gestiones para registrar a nombre de Eudomario Carruyo la apertura y registro de una empresa, la suscripción de poderes y manejo de cuentas que involucró a Suiza, Panamá e Islas Vírgenes Británicas“.
Estas empresas, pese a que fueron creadas, no tienen ningún tipo de actividad. Recordemos que la firma Mossack Fonseca guiaba a sus clientes en direcciones legales amparados por áreas grises de las leyes.
Las imágenes de múltiples personalidades de la vida publica, política y de la farándula se vieron enlodados con las actividades de la firma, pues suscribieron contratos de servicio sin el conocimiento pleno de aquello que estaban emprendiendo.
Así las cosas, mucho ruido y pocas nueces, siguen las noticias sensacionalistas, las acusaciones, los escándalos y ninguna prueba o resultado concreto en beneficio del país.