Las delegaciones del gobierno y la oposición de Venezuela concluyeron la noche del lunes, en la Ciudad de México, sin el anuncio de acuerdos concretos, la tercera ronda de negociaciones en curso, con los buenos oficios de Noruega para poner fin a la larga crisis que agobia a Venezuela.
Dag Nylander, jefe del Centro de Resolución de Crisis del Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega, leyó un comunicado en el que señaló que «los grupos de trabajo mantuvieron encuentros donde se reunieron posiciones en la búsqueda de soluciones a los desafíos existentes en materia social, económica y política».
Enfoque de género
En este contexto, continuó, el gobierno y la oposición venezolana «coincidieron en la necesidad de garantizar un enfoque de género tanto en el desarrollo del diálogo y la negociación, como en los acuerdos que se deben alcanzar».
En el debate, las partes «continuaron identificando mecanismos de consulta con los actores políticos y sociales, a nivel nacional e internacional, que sean lo más influyentes posible», a fin de establecer «cuanto antes un mecanismo eficiente de consulta y participación que pueda ser instalado de forma autorizada».
Se suponía que la tercera ronda tendría lugar a partir del viernes pasado, pero una intervención de la primera ministra noruega en la ONU, Erna Solberg, en relación con las violaciones de derechos humanos en Venezuela, había llevado a la delegación del gobierno a retrasar su llegada a la Ciudad de México.
El callejón sin salida se resolvió con una declaración de Nylander que lamentó sus dichos y reafirmó la absoluta imparcialidad noruega en el diálogo.
Finalmente, cabe señalar que las partes se fueron sin anunciar una fecha para la próxima reunión a través de la cual avanzar para la solución de los problemas planteados en una agenda de siete puntos acordada a mediados de agosto.