El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó Roma el martes y se reunió con el papa Francisco, el presidente Sergio Mattarella y la primera ministra Giorgia Meloni.
La visita fue parte de la ofensiva diplomática de Lula para devolver a Brasil al frente de la agenda internacional. En sus encuentros con el Papa y los líderes italianos, Lula abordó una serie de temas, entre ellos la importancia de la paz en Ucrania, el fortalecimiento de las relaciones entre Brasil e Italia y el acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur.
Lula también se reunió con la secretaria del Partido Demócrata (PC), Elly Schlein, quien lo calificó como «un símbolo extraordinario de lucha, revancha y reivindicación de las personas más débiles ante una extrema derecha que ha dividido, incluso en la sociedad brasileña, marginando a los más débiles ante los que servían a los intereses de muy pocos».

En su encuentro con el Papa, Lula abordó la importancia de la paz en Ucrania. Dijo que la guerra en Ucrania es una «tragedia» y que es importante encontrar una solución pacífica lo antes posible. También pidió el fortalecimiento de las relaciones entre Brasil e Italia, diciendo que los dos países tienen mucho que ofrecerse el uno al otro.
En su encuentro con el presidente Mattarella, Lula discutió el acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur. Dijo que el acuerdo es importante tanto para Brasil como para la UE, y que tiene la esperanza de que se finalice pronto. También discutió la importancia de fortalecer las relaciones entre Brasil e Italia.
En su encuentro con el Primer Ministro Meloni, Lula discutió la candidatura de Roma para la Expo. Dijo que apoya la candidatura de Roma y que cree que la ciudad sería una gran anfitriona de la Expo. También discutió la importancia de fortalecer las relaciones entre Brasil e Italia.
La visita de Lula a Roma fue un éxito. Se reunió con importantes líderes, discutió una variedad de temas importantes y fortaleció las relaciones entre Brasil e Italia. Su visita es una señal de que Brasil está de vuelta en el escenario mundial y que Lula está comprometido a devolver a Brasil al lugar que le corresponde como un actor global líder.