Tras las largas horas en la oscuridad y la indefensión, la población salió a las calles en total anomia.
Una ola de saqueos sacudió a Venezuela, en un tiempo lleno de incertidumbre en el que la escasez y el miedo guiaron a una muchedumbre a generar el caos en las principales ciudades del país.
En diferentes ciudades del país, la ausencia del servicio eléctrico y la falta de autoridades se mezclaron con la necesidad y la codicia de muchos, resultando en una mezcla explosiva que dejó un rastro de destrucción.
Millones en pérdidas aún no cuantificadas resultaron de los destrozos, que se registraron en las ciudades principales del país.
Uno de los lugares destruidos fue el Centro Comercial Sambil en Maracaibo, testigos decían con alarma que los atacantes rompieron paredes para robar alimentos y mercadería de alto valor.
El Gerente del CC Sambil, Juan Carlos Koch, manifestó que 105 de las 270 tiendas, es decir el 40% de los locales fueron atacados y destruidos.
Otro sector de Maracaibo duramente golpeado fue el sector de La Curva de Molina, donde supermercados, panaderías y diferentes establecimientos fueron atacados.
Este sector de la ciudad Marabina está rodeado de poblaciones de escasos recursos económicos.
Al menos cinco comercios han sido saqueados en Caracas. Durante la noche del domingo, dos hechos vandálicos contra comercios que sufrieron pérdidas de mercancía y de un mobiliario que resultó destrozado cuando algunas personas irrumpieron en búsqueda de alimentos y otros productos.
Es duro pensar que con la excusa de la desesperación, se apele a actos vandálicos que destruyen el trabajo de compatriotas que de manera honesta han construido empresas que han sido embatidas con la mayor de las crisis que ha sufrido el país.