La política venezolana, siempre turbulenta y apasionada, se encuentra nuevamente en el ojo del huracán. La consigna “hasta el final”, proclamada por la oposición liderada por María Corina Machado, ha generado controversia y expectativas. Pero, ¿qué implica realmente este llamado a la acción? ¿Es un grito de resistencia o una invitación al caos?
El Contexto
Para comprender la magnitud de esta consigna, debemos remontarnos a episodios pasados. En Venezuela, las protestas callejeras, conocidas como “guarimbas”, han sido una herramienta recurrente en la lucha contra el oficialismo. Bloqueo de calles, enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y una atmósfera de tensión caracterizaron estos momentos. Sin embargo, a pesar de la intensidad de estas manifestaciones, no lograron desplazar al gobierno de turno.
El Mensaje de Orlando Urdaneta
El reconocido actor y comunicador Orlando Urdaneta, a través de su canal de YouTube “Almorzando con Orlando”, ha expresado su opinión sobre la consigna “hasta el final”. Para él, esta frase evoca imágenes de marchas multitudinarias, barricadas en las calles y una resistencia inquebrantable. Pero también señala un riesgo latente: el retorno al caos que ya se vivió en el país.
El Dilema
La pregunta que surge es si este tipo de movilización puede realmente generar un cambio significativo. Las guarimbas, aunque expresiones legítimas de descontento, no lograron alterar el curso político en el pasado. ¿Por qué sería diferente ahora? ¿Qué elementos podrían marcar la diferencia?
El Impacto Potencial
La consigna “hasta el final” puede movilizar a las bases opositoras, reforzando su compromiso y unidad. Sin embargo, también podría polarizar aún más la sociedad venezolana y dificultar el diálogo constructivo. El caos, aunque puede ser un arma poderosa, también puede desgastar y dividir.