Panamá analiza medidas ante el aumento récord de migrantes que han cruzado la selva del Darién, en la frontera con Colombia, en lo que va de año.
Según cifras oficiales, más de 320.000 migrantes han transitado por esta selva, una cifra que supera las 248.000 del año pasado y las 133.000 de 2021.
El 70% de los migrantes son venezolanos, seguidos de ecuatorianos y haitianos.
La selva del Darién es una zona selvática y montañosa de difícil acceso, que representa un peligro para los migrantes, que a menudo deben enfrentar condiciones climáticas adversas, peligros naturales y amenazas de grupos armados.
Las autoridades panameñas han incrementado los controles fronterizos y las ayudas humanitarias para los migrantes, pero dicen que la situación es «insostenible».
«Estamos ante una crisis humanitaria y de seguridad», dijo el ministro de Seguridad Pública, Juan Pino. «Estamos trabajando con nuestros socios regionales para encontrar soluciones a este problema».
Una posible medida es la construcción de una valla fronteriza en la selva del Darién. Sin embargo, esta medida ha sido criticada por organizaciones humanitarias, que temen que empeore la situación de los migrantes.
Otra posible medida es la creación de un corredor humanitario para los migrantes, que les permita transitar por la selva de manera segura. Esta medida también ha sido criticada por algunas organizaciones, que consideran que incentivaría la migración irregular.
Por el momento, las autoridades panameñas no han tomado una decisión sobre las medidas que adoptarán.
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