PDVSA reestructura junta directiva y queda ratificado como presidente Manuel Quevedo, en las búsqueda de reorganizar la resquebrajada empresa.
La petrolera estatal venezolana, Pdvsa, está sufriendo otra reorganización de su administración superior ante las nuevas caídas operativas y presiones financieras, pero aùn asì, el presidente ejecutivo, Manuel Quevedo, un general de la GNB se mantendrá en su puesto.
De acuerdo con los detalles preliminares, los nuevos vicepresidentes de la junta incluyen a Miguel Quintana Castro, quien se hace cargo de la exploración y producción, en reemplazo de Nelson Ferrer Sánchez. Quintana que por ahora conservará su cargo de vicepresidente de planificación.
Rosa Mota pasa de presidente de PdV Gas a vicepresidente de la junta a cargo del gas, en reemplazo de Nemrod Contreras Mejías, igualmente Rodolfo Jiménez reemplaza a Guillermo Blanco Acosta en refinación.
José Rojas Reyes, quien al igual que Quevedo es miembro de la guardia nacional, se hace cargo del comercio y el suministro, reemplazando a Fernando de Quintal, quien ingresa a las finanzas en lugar de Iris Medina Fernández.
Fuentes allegadas a la industria petrolera señalaron que el nuevo equipo tiene poca experiencia en la industria, lo cual pone en peligro el rescate de la empresa.
“Estos cambios están destinados a ganar tiempo ante un colapso inminente, y la responsabilidad de eso se transfiere a la nueva gente”, indicaron.
Se dio a conocer que los nuevos directivos provienen principalmente del Ministerio de Vivienda de Venezuela, del que fue encargado Manuel Quevedo previo a su nombramiento como Presidente de Pdvsa y el Ministerio de Energía a fines de 2017.

Analistas políticos indican que esto cambios en la industria pertenecen a la línea de Diosdado Cabello, según información publicada en Argus.
El reto a afrontar es el incremento de la producción petrolera, mientras PDVSA sufre entre muchos otros aspectos, la fuga del talento humano con el conocimiento técnico y la capacitación adecuadas.
El factor principal de este abandono es que la nacional petrolera no ofrece un sueldo acorde con las necesidades básicas de sus trabajadores y los beneficios contractuales perdieron valor, de cara a la profunda crisis que atraviesa el país.