Sin embargo las actividades del Grupo de Lima se pueden ver afectadas por el cambio de dirección en el gobierno argentino.
El ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Gustavo Meza-Cuadra, anunció su intención de relanzar las actividades del Grupo Lima, un organismo informal creado para lograr la restauración de la democracia en Venezuela.
En declaraciones en la radio RRP desde Bruselas, donde habló en la conferencia internacional sobre emigración venezolana, el jefe de la diplomacia peruana anunció que «el 7 de noviembre próximo tendremos una reunión, la primera en la que participo (después de la reorganización del gobierno realizada por el presidente Martin Vizcarra), y nuestro objetivo es relanzar el Grupo de Lima con nuevas ideas e iniciativas».
«Necesitamos trabajar, agregó, con el grupo de contacto internacional (de la UE) y hay ideas de hoja de ruta, pero no estamos cerrados a que haya otras». Meza-Cuadra concluyó indicando que el «Grupo de Lima» insistirá en presionar para la celebración de elecciones «legítimas» en Venezuela.
La nueva administración argentina no apoya esta política
Sin embargo, con la toma de posesión del nuevo presidente argentino, Alberto Fernández, este movimiento pierde un país aliado y la presión latinoamericana podría ser menor en contra del régimen chavista en Venezuela.
Alberto Fernández, con su vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, asumirá el poder el próximo 10 de diciembre y asumirá una postura «no injerencista» en el caso de Venezuela, por lo que se mantendrá lejos de condenar al gobierno bolivariano.
Recientemente el nuevo presidente argentino cuestionó la posición diplomática del Grupo de Lima y señaló que ésta tiene diferencias básicas con la agenda del Gobierno de Donald Trump para terminar con el gobierno de de Maduro.
Esto hace inferir que no está de acuerdo con las sanciones internacionales que hasta ahora han «ahorcado» al régimen venezolano.