La primaria presidencial de la oposición en Venezuela, que se celebrará el próximo 22 de octubre, está llena de incertidumbre y desafíos.
Por un lado, distintas voces de la oposición denuncian que el oficialismo intenta sabotear el proceso. El gobierno de Nicolás Maduro ha negado estas acusaciones, pero ha expresado su rechazo a la primaria, calificándole de «un juego de cartas marcadas».
Por otro lado, no hay una estrategia clara para el caso de que gane un candidato que esté inhabilitado. Actualmente, tres de los candidatos más populares, María Corina Machado, Enrique Capriles y Freddy Superlano, tienen procesos de inhabilitación política.
En caso de que uno de estos candidatos gane la primaria, la oposición tendrá que encontrar una manera de inscribirlo como candidato presidencial. Esto podría ser un proceso complicado, ya que el Consejo Nacional Electoral (CNE) es controlado por el oficialismo.
Mientras tanto, los candidatos continúan su campaña electoral. Según sondeos de firmas privadas, Machado es la favorita en la intención de voto, seguida de Capriles y Superlano.
Sin embargo, la incertidumbre sobre el futuro de la primaria sigue siendo un factor que podría afectar el resultado del proceso.
El liderazgo de la oposición a prueba
La primaria presidencial de la oposición es un paso importante para unificar el liderazgo de la oposición venezolana. Sin embargo, el proceso está lleno de desafíos que podrían dificultar su éxito.
El sabotaje del oficialismo podría impedir que la primaria se celebre en condiciones justas. Además, la falta de una estrategia clara para el caso de que gane un candidato inhabilitado podría generar divisiones dentro de la oposición.
En caso de que la primaria se celebre y gane un candidato inhabilitado, la oposición tendrá que encontrar una manera de inscribirlo como candidato presidencial. Esto podría ser un proceso complicado, pero es esencial para que la oposición tenga una oportunidad de derrotar al oficialismo en las elecciones presidenciales de 2024.