Un grupo de trabajadores del sector público junto a dirigentes sindicales protestaron hoy en el centro de Caracas en rechazo a las políticas de «hambre y miseria» del régimen del presidente venezolano, Nicolás Maduro, y convocaron a una manifestación para el próximo 18 de noviembre en todo el país.
Encabezados por Carlos Salazar, coordinador de la Coalición Sindical Nacional, los manifestantes, con sus respectivos tapabocas y guardando el distanciamiento social, mostraron grandes pancartas entre las que se leyó «contra hambre y miseria, movilización popular».
«La única guerra que tiene Nicolás Maduro es contra el estómago de los obreros, y el único bloqueo que tiene es contra la calidad de vida de los venezolanos», afirmó Salazar en la manifestación que se concentró en una plaza al frente de la sede del Ministerio Público.
Asimismo, criticó el aumento del salario mínimo, que habría dado el gobierno pero que no ha sido ni anunciado por ningún vocero oficial ni publicado en la Gaceta Oficial, que elevaría el ingreso mensual de 400.000 a 1.200.000 bolívares, el equivalente a 2,1 dólares mensuales a la tasa oficial.
«Es una vergüenza, viniendo del movimiento obrero, porque el hambre y la muerte no tienen ideología ni color político», afirmó.
Además, fustigó la compra de misiles que en agosto Maduro anunció evalúa hacer a Irán, y la calificó como un «abuso contra los venezolanos y los trabajadores que tenemos un salario de hambre».
El dirigente sindical fustigó que «Venezuela es hoy en día un país donde la corrupción de esos funcionarios del gobierno que se roban todo y lo que generan es hambre y miseria, no sea castigada por los militares y policías que no cumplen con su deber».
«Necesitamos soldados, oficiales y policías que estén con los trabajadores, con los ciudadanos, que vean las carencias y el sufrimiento que tiene el pueblo y que no sigan protegiendo las espaldas a los burócratas», pidió.
En este sentido convocó a una manifestación nacional para el próximo miércoles 18 de noviembre para rechazar las políticas nefastas implementadas por el gobierno socialista y recuperar «la calidad de vida que nos dejaron nuestros abuelos».
«Contra la compra de misiles y las elecciones fraudulentas del 6 de diciembre en las que gastan millones de bolívares, la protesta en la calle, y todos los trabajadores y jubilados vamos a decirle el 18 de noviembre a este gobierno que ya basta, que estamos cansados y no lo toleramos», enfatizó.
Asimismo, Antonio Suárez, presidente de la Federación Nacional de Empleados Públicos rechazó el aumento que calificó de «insuficiente» y que, sin ser anunciado oficialmente, se dio en la administración pública debido «al poco poder adquisitivo que tiene ese monto de dinero».
Explicó que con el ajuste se establecen «escalas salariales que arrancan en el grado 1 con 1.200.000 bolívares al mes».
«La escala arranca con el bachiller 1 en un 1.200.000 bolívares, el TSU (técnico superior universitario) anda por 3.000.000 de bolívares y el profesional queda en 3.500.000 bolívares, siempre estamos por debajo y se ha intentado equilibrar con el otorgamiento de bonos y de los contratos colectivos», fustigó.
Hasta el momento ningún vocero del gobierno ha confirmado lo que sería el nuevo salario mínimo mensual, que aún con el aumento denunciado por los trabajadores sigue siendo uno de los más bajos del mundo, y con un poder adquisitivo pulverizado por una inflación que acumula en el año una tasa de 1.798%% y una interanual de 3.332%, según cifras de la opositora Asamblea Nacional.