Queridos futuros hijos: tres miradas al horizonte

Queridos futuros hijos es un documental que muestra la visión de tres jóvenes activistas ubicadas en diferentes regiones, con diferentes realidades. Una perspectiva sobre el mundo desde la visión de una joven generación.

Frente a los sistemas y líderes que han abandonado a la nueva generación, este documental explora el viaje de tres jóvenes activistas en Chile, Uganda y Hong Kong. Las jóvenes nos guían a través de sus diferentes vidas, pero uniéndolas es el miedo por su futuro y el sentido de sacrificio personal de su juventud para luchar por lo que creen.

Hilda, una manifestante climática, lucha por navegar su papel y responsabilidades como fundadora de «Fridays for Future» en Uganda, y nos presenta los feos paralelismos de la crisis climática. Mientras que a algunas de las personas más pobres del mundo con el menor impacto climático se les dice que cambien sus formas de proteger el planeta, los líderes mundiales y los países más responsables no actúan, una y otra vez. La frustración de Hilda por nuestro «hablar y no actuar» es una reflexión oportuna de la que se hace eco cualquiera que haya presenciado la COP26.

Un faro de esperanza es Rayen, una decidida joven chilena de clase trabajadora que se ha inspirado en su padre y las condiciones de las personas que la rodean para unirse a las protestas por la justicia y poner fin a la desigualdad. Los chilenos, que aún se recuperan de años de la dictadura de Pinochet, continúan sujetos a una brutal fuerza militar y de seguridad, con 400 ciudadanos que sufren lesiones oculares graves, con muchos permanentemente ciegos, en una sola protesta. Rayen nos habla de la creciente ira y unidad entre el pueblo, y con 1,2 millones de chilenos uniéndose a las protestas de febrero de 2019, advierte con razón: «No se puede ignorar a los jóvenes y a la clase trabajadora».

Las historias personales detrás de los activistas son poderosas y emotivas, pero el documental no llega a proporcionar una discusión significativa más profunda sobre los problemas políticos, a veces confiando en los clips de CNN para contextualizar las historias de estos países y sus luchas. Durante siglos, los países más ricos del mundo han colonizado, respaldado regímenes dictatoriales y causado directamente el colapso climático. El documental evita proporcionar esta narrativa, dejándola sintiéndose como una oportunidad perdida para amplificar las causas en los corazones de los activistas y entregar un llamado a la acción.

Es muy claro a partir de estos activistas, y de movimientos recientes como Black Lives Matter, que los jóvenes de todo el mundo están saliendo a las calles para lograr el cambio que quieren ver. La opresión violenta y el aumento de los poderes policiales no harán que los jóvenes (o sus demandas) desaparezcan– Queridos futuros hijos es un testimonio de eso.

A través de
venezuelacomenta.com
Fuente
roobla.com

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