El canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, dijo temer por el aumento del discurso xenófobo contra los migrantes venezolanos en su país y le pidió a los candidatos a las elecciones regionales de octubre próximo no «politizar» el tema.
Durante la apertura de la Semana de las Migraciones en la sede del Ministerio de Exteriores en Bogotá, Trujillo no ocultó los temores que ambos temas despiertan en el Ejecutivo y optó por avivar a sus compatriotas a ser solidarios con sus vecinos.
«Para el gobierno colombiano es motivo de profunda preocupación el crecimiento del discurso xenófobo hacia los venezolanos, sobre todo si el mismo es utilizado de forma irresponsable en medio de la campaña electoral», planteó el jefe de la diplomacia colombiana.
Insistió en llamar a los «diferentes partidos y candidatos» para las elecciones de alcaldes, gobernadores y legisladores regionales en campaña «a no politizar este asunto sino a asumirlo con criterio humanitario, sentido de solidaridad y gratitud histórica».
El pasado fin de semana se abrió una controversia política por la instalación de unas vallas publicitarias de la candidata a la Gobernación de Santander, Ángela Hernández, con el mensaje: «Venezolanos sí, pero no así, control migratorio».
Hernández, candidata por una coalición de partidos incluido el oficialista de derecha Centro Democrático, se defendió de las críticas a su publicidad al advertir que su único reclamo era exigir mayores controles para el acceso de los venezolanos al país.
El Canciller reiteró el discurso del gobierno de Iván Duque según el cual «la culpa de lo que está sucediendo lo tiene el régimen dictatorial y tiránico de Nicolás Maduro», al tiempo que pidió «unidad» frente al tema venezolano.
Trujillo recordó, durante su presentación, que estudios recientes, incluido el hecho por la Organización de Estados Americanos (OEA), prevén que el próximo año la diáspora venezolana en toda la región podría duplicarse hasta llegar a los ocho millones de personas.
«A los migrantes no hay que verlos como una amenaza sino como un grupo que contribuirá al desarrollo nacional, así como ha ocurrido con nuestros connacionales en el exterior», enfatizó el Canciller.
Reveló que Bogotá contempla entre sus objetivos del «Plan Nacional de Desarrollo» poner en marcha una serie de normas que conviertan a la nación «en un polo de atracción para el retorno y la migración calificada y con posibilidades de inserción».
Colombia fue uno de los pocos países de la región que mantuvo cerradas sus puertas a las diferentes oleadas de migrantes que a lo largo del siglo pasado se instalaron en varias naciones del continente, provenientes de Europa y Asia.
De manera que la llegada de 1,4 millones de venezolanos en los últimos años ha impactado a la sociedad colombiana, acostumbrada a emigrar y no a recibir extranjeros.
El Canciller avisó que Bogotá pedirá a los países que hacen parte del llamado «Proceso de Quito» que se adelante la reunión planteada para diciembre próximo a fin de tratar las recientes decisiones de países como Ecuador, que estableció el pedido de visa a los venezolanos para el ingreso a su territorio.