El Senado argentino votó en contra de la ley del aborto, impidiendo que se despenalice su aplicación en la nación austral.
El proyecto para legalizar el aborto hasta la semana 14 ya había aprobado por la Cámara de Diputados en junio, de esta manera la interrupción del embarazo continuará siendo un delito penado por la ley argentina, con la imposición de penas hasta de cuatro años de cárcel, pese a que cada minuto y medio una mujer aborta en ese país.
La ley vigente sobre el tema está vigente desde 1921 y únicamente permite el aborto en caso de violación o riesgo de vida para la madre.
Estos planteamientos fueron un avance hace casi un siglo, sin embargo hoy no responde a las nuevas demandas sociales.
El derecho a gobernar el propio cuerpo y destino ha sido planteado por multitudes de mujeres alrededor del mundo, los logros alcanzados han sido sólo a través del sacrificio, pero han dejado muchas soldadas caídas a lo largo del trayecto.
Para las argentinas, la lucha sigue, deberán esperar el próximo periódo lectivo, así que será todo un año para preparar siguiente estrategia y para ganar los adeptos en el senado que se requieran para aprobar esta ley.
El sector conservador impuso su visión, sin necesidad de que su realidad sea alterada. La aprobación de esta ley no cambia su derecho a la continuidad de un embarazo, sin embargo para el sector pro aborto, se plantea un cercenamiento a su voluntad y libre albedrío.
Mientras para senador Esteban Bullrich, quien es un defensor del no por esta propuesta “No será menos trágico un aborto porque se haga en un quirófano. No, será igual de trágico. El objetivo es que no haya más abortos en Argentina, eso es aspirar a más”, para la senadora Norma Durango «Las mujeres están solas. El varón aborta antes, desapareciendo. Por eso este es un problema de mujeres. Los abortos se hacen y el debate hoy es por el aborto legal o ilegal”.
Este tema de gran debate moral ha estado vigente en el mundo y continuará estando mientras las desigualdades sociales, educativas y de género continúan siendo una realidad palpable la sociedad.
